miércoles, junio 28, 2006

El trueque es fecundo

"Te cambio alojamiento por historias de viaje", le dije.

Eso fue hace 12 años cuando el ornitólogo quebecuá Jacques Sirois buscaba un lugar para acampar en Algarrobo.

Mientras realizábamos la tradicional caminata desde el centro al Canelo-Canelillo junto a un grupo de amigos, vimos pasar varias veces al gringo en una bicicleta y, finalmente, lo encontramos descansando cerca de la Isla de los Pingüinos.

Nos contó que venía recorriendo Chile de sur a norte, siguiendo el camino de unas aves para estudiar su comportamiento migratorio y que quería acampar en alguna playa para retomar su viaje al día siguiente.

Le expliqué que no había ningún camping por ahí cerca y que en la casa tenía una pieza desocupada.

Recordé cuando era niña, tocaban el timbre y pedían intercambiar plantas por ropa. "… pero el alojamiento no es gratis, quiero que te quedes, pero a cambio deberás hablarnos de tu vida en Canadá, de los pájaros y de tu recorrido por Chile".

Él estuvo de acuerdo.

Sirois resultó ser un tipo encantador, muy simpático y que tenía historias para quedarse por meses en Algarrobo, pero fue sólo esa noche, cuando mezclando inglés, francés y español, nos habló de la casa que compartía con un amigo… que quedaba junto a un lago… donde el continente se pierde en el norte.

Nos contó de pájaros y de los feroces osos que habitaban el lugar, de cómo cada cierto tiempo visitaban las ciudades sembrando el terror de los habitantes, de esas personas que constituían uno de los grupos humanos con más alto índice de depresión del mundo, por las pocas horas de luz que tenían durante el invierno. Y nos contó mil cosas más de sus viajes y recuerdos, hasta que llegó la hora de dormir.

A la mañana siguiente, muy temprano nos despedimos de él y lo vimos alejarse en su bicicleta. Como mi vida es una teleserie pobre, lo volví a encontrar una semana más tarde en una feria temática en la Estación Mapocho. Conversamos por algunos minutos, nos despedimos con un fuerte abrazo y nunca más lo volví a ver.

Siempre añoro esta historia y la saco del sombrero para todo el que ponga su oído en mí. En eso estaba hace un par de semanas, cuando pensé que con la maravillosa herramienta (Internet) tal vez podría rastrear el destino de este hombre. Y así lo hice.

Encontré muy poca información, hasta que finalmente, tratando de unir los seis grados, le escribí a Susan Eros del Canadian Wildlife Service de Canadá, suponiendo que podía tener alguna pista para contactar a Sirois.

Hoy en mi correo encontré un email de ella donde veo que amablemente hizo la gestión, dice que logró contactarlo y que él la autorizó para que me diera sus datos.

Ahora estoy a poco de volver a contactar a este hombre. La pregunta es qué le puedo ofrecer ahora por sus historias… tal vez le gusten las mías, tal vez prefiera plantas o ropa. Sea como sea, sigo confiando en que el trueque es fecundo.

sábado, junio 24, 2006

Teleserie pobre


“El mundo es un pañuelo” o “la teoría de los seis grados de separación”, son algunas de las frases que usa la gente para referirse al hecho de que, vayamos donde vayamos, cuando uno empieza a conversar con alguien, descubre que tiene amigos o familiares en común con la persona que acaba de conocer.

Pues bien, la Pilo, mi mamá, tiene una expresión mucho mejor para definir este tipo de situaciones:

“El mundo es como una teleserie pobre: hay pocos personajes y todos se conocen”

Y mi vida es una teleserie muy pobre.

miércoles, junio 21, 2006

Shlomit Baytelman tiene Blog


Sí, la Shlomit Baytelman tiene Blog!!!

www.shlomitbaytelman.blogspot.com

A diferencia de mis primas, que lo tienen de segundo apellido, cuando digo que me llamo Paloma Baytelman, casi siempre me preguntan si soy algo de ella. Pues bien, es la hermana de mi papá, es decir, mi tía. Y tengo que decir que es una tía maravillosa. Ella es alegre, entretenida, solidaria, querendona, buena para escuchar y contar historias.

A quienes no la conocen, les puedo decir que Shlomit es una de las actrices chilenas más conocidas y, aunque ya pasó los 50, sigue siendo bellísima y el sueño de muuuuchos hombres en este país. Además, es una profesional talentosa y muy sensible, que no sólo llena salas de teatro, sino que además ha participado en innumerables teleseries y programas de televisión.

Pero su alma también está en las letras, porque ella ha escrito poemas y prosa, talento que heredó de mis abuelos Eliana Albala y Bernardo Baytelman (el Beco).

El Blog... comenzamos hace poquito a hacerlo juntas… Ella está muy entusiasmada y ha escrito cosas muy entretenidas sobre sus gustos y experiencias, también hemos puesto muchas fotos lindas.

Queremos difusión y energía motivante, así que les pido que vayan a conocer el Blog de Shlomit, ojalá comenten y, si tienen blogs, publiquen algo sobre esta iniciativa.

También, para mis amigos ligados a los medios de comunicación les pido que hagan correr la noticia… Ojalá lleguemos a todos lados: LUN, La Tercera, El Mercurio, La Nación, The Clinic, La Cuarta, El Mostrador, etc, etc.

Les mando muchos saludos a todos y espero verlos por estos y por esos lados…

lunes, junio 19, 2006

Calibrando


Tengo miles de escenas dando vueltas en mi cabeza y las ideas vienen veloces y me hablan todo el tiempo, y pienso más rápido de lo que alcanzo a entender.

Me estoy conectando otra vez conmigo y estoy feliz, pero un poco preocupada, hiperactiva, verborreica y social.

Debería tener un cartel que diga “Aguante, estoy en rodaje” o algo así. Por mientras voy a escribir un post al estilo de mi querida Marce Infante… Aquí va:


Le escribí a la Sole contándole que esto se siente bacán. Ella dice que me quiere así.

Vi a dos señoras en la micro y escuché su conversación de frases hechas por más de 20 minutos y me sentí invisible mientras las oía hablar de la delincuencia, los sueldos de hambre, los bomberos y muchas otras cosas. Ser invisible es espectacular.

Adopté a la Agustina y a Rafael como nuevos amigos de mi tribu.

Ando acelerada, me despierto muy temprano y, por las noches, mientras duermo, canto y hablo. Son melodías originales, tengo que inscribir los derechos. También, más seguido que antes, despierto muerta de la risa, no se bien por qué, pero sigo riendo.

En la casa como muchas manzanas, con coronta y todo. Y, en el trabajo, le sirvo de apoyo a la Cote, mientras saca naranjas de los árboles, que más tarde comemos chorreando nuestros dedos.

Le agradecí a mi amigo Rodrigo por ser un lindo apoyo en los momentos duros, por cocinarme cuando no quería comer y ser el gásfiter más guapo que he visto.

Estoy regalona de mis padres, ella que brilla, borda y me da su luz. Él, un papá inventor, una brújula. Soy una afortunada también por mis riquísimos hermanos y por tener esta familia tan amorosa y besucona.

Mis primas, la Dani y la Mara, están viviendo conmigo, alegrando la casa y mi corazón.

Le sonrío a la gente en el metro y también lloro a veces.

Pero estoy más que nada contenta… contenta y loquita… Y él… él mira y me quiere así, y se preocupa, y se ríe y se asusta y se fascina conmigo… Pero le da pena cuando ve que no está aquí, en esta casa mía y le explico que no me gusta mostrar mi alma con palabras en este lugar…


Sin embrago, puedo decir, susurrando, que Ignacio sí está aquí, que está llegando por muchas partes, que está habitando…

Puedo decir que él es mi canal.

lunes, junio 05, 2006

Humo, acordeón y tango




Humo, acordeón y voces gastadas por años de tangos. El escenario es uno de los bares más antiguos de Valparaíso: el Cinzano.


Viejo y algo sordo, el cantante camina entre las mesas para acercarse a las clientas y actuar una seducción gastada, pero experta.



Miro una foto que hay frente a mi mesa: allí en el muro, 20 años antes, un hombre entra al bar con paso apurado. Hay tantas imágenes de famosos que creo ver la escena como una prueba; el registro de Marcello Mastroianni entrando al lugar. Me dicen que estoy equivocada, pues se trata del mismo hombre que canta a mi oído con una pasión senil.

Entonces recorro los otros enmarcados y veo actrices de teleseries, políticos y antiguas fotos del puerto. Entre todas las imágenes, hay un montaje que dice:

“El cineasta Luis R. Vera, dirigiendo la película Consuelo, 1987”




Con detención observo cada detalle, cada personaje que retrata ese instante, hasta que la encuentro en un rincón.


Allí, en el borde izquierdo de la foto, como a un fantasma, distingo a mi madre con el típico sombrero alón que solía usar en aquella época. Veo su falda, sus botas, el pañuelo al cuello y la mano en su boca, como siempre que está pensando.

Ella fue directora de arte de esta película rodada en Valparaíso cuando yo tenía 11 años. Fue en ese trabajo que la Pilo conoció a Rodrigo, el padre de mis tres hermanos menores (Julián, Gabriela y Luciano). Él, asistente de dirección de este filme sueco-chileno, también aparece allí, de espaldas, sentado en la barra.

Mientras las voces siguen acompañando nuestra noche, les cuento a mis amigos la historia de la foto, entonces viene la nostalgia y la memoria se vuelve al blanco y negro, se vuelve niñez en los cerros, se vuelve vino tinto y bar, con olor a humo y sabor a tango.

viernes, junio 02, 2006

Estudiantes y patrimonio

“No estamos ni ahí”, parecía ser la consigna de mi generación. Un poco mayores, un poco menores, la indiferencia y el individualismo marcaban a los jóvenes chilenos durante los ’90 y el principio del nuevo milenio.

Por este motivo, las movilizaciones que en las últimas semanas han impulsado los estudiantes secundarios en mi país, antes que todo, son un síntoma de buena salud, una señal de que la sociedad del futuro tendrá los ojos abiertos y estará integrada por personas dispuestas a luchar por sus derechos en forma colectiva, reivindicando la importancia de la participación ciudadana.

Sin embargo, espero que la amplia cobertura que están dando los medios de comunicación a esta problemática, no opaque otros temas igualmente importantes para nuestro desarrollo social y la preservación de nuestra identidad y cultura.

Me refiero a gravísimas situaciones que afectan a sectores de gran valor patrimonial y al caso emblemático de este minuto: la construcción de un supermercado junto a la Iglesia La Matriz en el barrio Puerto de Valparaíso, ciudad que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2003, considerando precisamente al puerto como un área clave en relación a este nombramiento.


El hecho será denunciado a la Unesco por la ONG Ciudadanos por Valparaíso, por considerar que está en riesgo la condición patrimonial de la ciudad.



Este organismo, integrado por personas que conozco y admiro profundamente, ha venido luchando en forma incesante por preservar tanto el entorno arquitectónico de la ciudad, como el valor de la calidad de vida de sus habitantes.

Pese a ello, no logró detener este proyecto que atenta contra el entorno histórico y el pequeño comercio de este barrio. Quién sabe cómo, la iniciativa consiguió la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales (¡!). Sí, lo lograron, y no sólo eso… Les dieron la mano y se tomaron el codo: la empresa que está construyendo el supermercado derribó incluso un inmueble histórico colindante que se encontraba en perfectas condiciones y no estaba incluido en el permiso gubernamental.

Por favor no cerremos los ojos frente a estas situaciones, seamos activos, opinantes e interesados en nuestro entorno, porque al igual que la educación, el patrimonio es parte de nuestra cultura y también está en nuestras manos defenderlo.