martes, noviembre 13, 2012

Sandy: Mi Primer Huracán

Viví mi primer Huracán en el condado de Westchester, Nueva York, a media hora de Manhattan. Por suerte, ni a mi familia ni a mí nos sucedió nada grave, pero millones de personas se vieron afectadas por una de las catástrofes ambientales más graves que han afectado a la costa Este de los Estados Unidos.




Pocos días antes de la llegada de Sandy, no tenía idea de su existencia. Estaba participando del Achievement Summit en Washington D.C. y me llamaba mucho la atención escuchar permanentes alusiones a “la tormenta”. Un día en la pieza del hotel encontré una carta informativa con los pasos a seguir si el huracán afectaba con fuerza a la ciudad. Terminé de comprender que algo realmente grave estaba por suceder cuando tuve que adelantar un día mi regreso a Nueva York. “Hoy a las 7pm van a suspender todo el transporte público en Manhattan”, me informó un amigo el domingo 28 de octubre.

Logré tomar el último tren expreso que salió ese día desde Washington a NY. Llegué a la ciudad a las 6pm, mis tíos me esperaban en la estación. Fueron muy amables en venir a buscarme, y tenían razón, porque a esa hora y con la evidente histeria colectiva que reinaba en las calles, jamás hubiese logrado llegar a la otra estación y tomar el tren a Weschester por mi cuenta.


Fue notable ver la coordinación general y las medidas que las autoridades tomaron de forma tan rápida y con bastante efectividad. Pero después vino una calma rara, una espera. Para mí, Chilena, acostumbrada a que en mi país se pone a llover y nadie calcula con anticipación la verdadera envergadura de los posibles daños, o que los desastres más grandes son causados por terremotos que llegan sin avisarle a nadie... esta espera era muy angustiante. No saber qué tan fuerte iba a ser todo, era aterrador.

El lunes 29 llegó Sandy. El viento soplaba tan fuerte, que podíamos sentir la casa moverse. 



A las 6pm se cortó la luz. 


Habíamos preparado todo, muchas provisiones, linternas y cargas para los dispositivos electrónicos. Entonces comencé a leer lo que mis amigos y compañeros reportaban desde las zonas más afectadas y lo que los medios y autoridades iban anunciando (ver las fotos de Alan Grabinsky en Flickr). En Twitter vi muchas fotos impactantes, algunas falsas, otras verdaderas. Muchas personas fueron evacuadas de sus casas, miles perdieron sus hogares, millones quedaron sin electricidad por semanas. Aún hay zonas de New Jersey que no tienen luz. Las pérdidas son billonarias.

En la madrugada del 30, hablé por Skype con Christian Pino, de TVN, y traté de explicarle lo tremendo que resultaba para la ciudad de Nueva York tener sectores enteros sin luz, y todo el transporte cortado. "Esta es una ciudad que vive gracias a que la gente puede desplazarse en metro, y el metro no funcionó por muchos días. A eso se sumaba que incluso algunos hospitales tuvieron que evacuar a sus pacientes por falta de luz eléctrica y partes entereas de la ciudad estaban bajo el agua", le dije.



Anunciaron que algunos buses comenzarían a transitar el miércoles 31 por Manhattan. Y yo decidí ir a la isla. Es más, decidí que llegaría hasta Brooklyn, la ciudad vecina, para recibir las llaves de mi nuevo departamento, donde planeaba cambiarme el jueves 1 de noviembre.


Un trayecto que otras veces me había tomado como mucho 2 horas, se tardó más de 6. Partimos en auto desde Weschester a las 8.30am. Mi tío Daniel me dejó calle 180 en Manhattan a las 9am, esperé el bus por más de una hora, todos los buses pasaban llenos. A las 10am tomé el bus M5, que se demoró 3 horas y media en llegar a City Hall, al sur de Manhattan. Luego crucé el puente de Brooklyn caminando y después tuve que tomar otro bus más. Llegué a mi destino pasadas las 3 de la tarde.

Lo más impresionante de ese viaje fue pasar por la zona de Manhattan que continuaba sin luz, sin conexión para los celulares, con todas las tiendas cerradas. Era una ciudad fantasma. Sentí mucho miedo. Porque esta ciudad que ya ha sido blanco terrorista, estaba ahora sola, vulnerable, apagada, solitaria. 



Poco a poco en los días que siguieron el transporte público fue restableciendo y las cosas han vuelto a una extraña normalidad. Hay mucha gente pidiendo en las calles, muchas personas tratando de organizar la ayuda.

Acá, en el primer primer mundo, también hay desastres ambientales y, aunque no lo parezca, también
hay mucha, mucha gente que aún necesita ayuda, pero no olvidemos que Sandy también afectó a países mucho más vulnerables como Haití, que ni siquiera se ha recuperado del todo del terremoto de 2010... Yo sólo espero poder contribuir.

jueves, octubre 18, 2012

Probando IMATAG

Pinchen los asteriscos verdes que aparecen sobre la imagen... ¿Qué opinan? Es un desarrollo Chileno y está en su etapa Beta, aquí el link para pedir probarlo:

www.imat.ag

viernes, septiembre 14, 2012

Cultural Awareness

En Estados Unidos el besuqueo a los amigos no se lleva, hay que darle propina a los taxistas, no llamas al mesero a viva voz, sino que esperas a que se dé cuenta solito de que lo necesitas, y con gente a la que no conoces mucho hay temas que son tabú: política, religión, salario y estado marital.

Todo esto y más he aprendido y/o repasado en diversos cursos de "sensibilización cultural" que obligadamente o de puro gusto he tomado desde que llegué a vivir a Estados Unidos a fines de julio de 2012.

Una semana después de llegar a Nueva York, partí a Tucson para participar en un programa preacadémico organizado por la Fundación Fulrbight y la Universidad de Arizona. La idea del programa era congregar a fulbrighters de todas partes del mundo (de hecho éramos 36 personas de 26 países distintos) para ayudarnos a mejorar nuestro inglés hablado y escrito, enseñarnos a escribir papers académicos con los estándares esperados en programas de postgrado de Estados Unidos, y sensibilizarnos culturalmente frente a muchas cosas que pudieran ser extrañas considerando nuestras diversas procedencias. La idea era suavizar el shock cultural que muchas personas experimentan al venir a vivir a este país.

En lo personal, he tenido la oportunidad de visitar muchas veces Estados Unidos y he estado principalmente en ciudades grandes, por lo que los relatos básicos de las clases de "Cultural Awareness", eran cosas conocidas para mí. Lo que sí sucedió, es que toda la experiencia Tucson fue lo más parecida a un reality show que me ha tocado vivir, casi del tipo de programas con pruebas de resistencia extrema. Teníamos temperaturas espantosas, con días con más de 40 grados a la sombra y unos 34 grados en la noche (aclaro que había aire acondicionado en las piezas y en las salas, pero había que caminar de un lugar a otro a veces largas distancias), con jornadas de clases continuadas desde las 8 de la mañana, hasta las 6 de la tarde, luego de lo cual teníamos que escribir papers y preparar presentaciones. Yo me levantaba cada día antes de las 6am y dormía unas 3 horas por noche. Hasta que un día decidí que ya no podía más y dejé de buscar la perfección y comencé a dormir más. La verdad es que la queja es parte de la anécdota, y es también de puro ingrata, porque el programa fue espectacular, aprendí montones y conocí a gente maravillosa.

Pero el tema del cual quería hablarles, es de todas las miles de cosas que llamaban mucho la atención de mis compañeros en las clases de "Cultural Awareness". Por ejemplo, acá lo mínimo que se deja de propina en un restaurante, es el 15%, si es que la atención fue regular, pero si te atendieron súper bien, es norma dejar 20% o incluso más. Los impuestos no están incluídos en los precios listados en restaurantes y comercios, por lo que al pasar por la caja, todo cuesta cerca de un 8% más de lo indicado. La gente se saluda y /o presenta con suerte dándose la mano, pero jamás con un beso en la mejilla, a menos que sean personas muy, pero muy cercanas o familiares. Los besuqueos románticos en público son muy mal vistos. De hecho la expresión indica "NO PDI" (No Public Display of Affection) que quiere decir, no realice demostraciones públicas de afecto. Y esto es aún más radical si compartes tu cotidiano con gente del mundo árabe o asiáticos. Un día en la noche en un carrete con los amigos de Arizona, me despedí de un compañero japonés con un beso en la mejilla. Se alejó sorprendido y me preguntó "¿Estás borracha?". Además de eso, muchas cosas que en Chile podrían ser normales, acá pueden ser consideradas conductas de acoso sexual, como por ejemplo, que un hombre tenga una foto de una mujer en tanga sobre su escritorio, a vista y paciencia de sus compañeros y compañeras de trabajo. Yendo a lo académico/profesional, si debes asistir a una clase o a una reunión, se espera que llegues unos 10 minutos antes. Si la clase es a las 8am y llegas a las 8am, te encuentras con que no quedan sillas en la sala, y que el profesor lleva ya algunos minutos hablando. El tema de la puntualidad también corre si alguien te invita a su casa. De hecho te indican la hora exacta a la que debes llegar y la hora a la que se espera que te vayas. Suma y sigue.

A mí, lo que más de ma ha llamado la atención, mi shock cultural, no está en Estados Unidos, sino que está en aprender el mundo. Me explico: es el hecho de que en la Universidad de Nueva York (NYU), al igual que en Tucson, también tengo compañeros de todas partes del mundo y he ido aprendiendo de sus costumbres y formas de comunicarse tan distintas a la mías. Tengo muchos compañeros musulmanes, que estaban ayunando durante Ramadán, así que aprendí sobre sus tradiciones. Pero la mayoría de mis compañeros que al igual que yo son estudiantes extranjeros, provienen de China, Corea y Japón. Todos son extremadamente respetuosos, hablan en un volúmen bastante bajo y son muy estructurados en todo. Aunque parecen tímidos, he aprendido a conocerlos y, en especial las mujeres, son muy comunicativas.

Como si la experiencia en la Universidad de Arizona hubiese sido insuficiente, ahora tengo un curso obligatorio para estudiantes extranjeros que también se trata de "Cultural Awareness", pero principalmente enfocado en la estructura y costumbres de los habitantes de Nueva York. Y, además, estoy yendo a una clase para practicar conversación... que es más de lo mismo, pero muy genial, porque es con gente de todas las facultades de la NYU.

Para muchos de mis compañeros extranjeros esta es la primera vez que visitan Estados Unidos, incluso, para varios fue la primera vez que salían de sus países de origen. Es muy impresionante ver todo a través de sus ojos. Ver cómo se sorprenden, escuchar sus relatos y descubrir las cosas que les llaman la atención.

Hay tanto más que les podría contar, porque los estímulos, las experiencias, las historias son miles cada día, pero por ahora los dejos con una pequeña anécdota. El otro día le dije a un compañero: "Lo terrible de vivir en esta ciudad es que, aunque lo estés pasando bien, aunque estés haciendo algo entretendo, siempre tienes la sensación de que están pasando millones de cosas más y de que te estás perdiendo de algo realmente importante...". Su respuesta fue...
"BIENVENIDA A NUEVA YORK".

jueves, septiembre 13, 2012

Los Humanos de Nueva York

Nueva York es una ciudad llena de gente... peculiar. Basta pararse en una esquina un par de minutos y seguramente verás algo o a alguien que llamará tu atención.

Hay personas de todas partes del mundo, muchos son turistas, pero muchos más son los que viven acá, en una mezcla cultural fantástica que se siente todo el tiempo.

Latinos, afro-americanos, asiáticos, personas de muchos otros lugares de Estados Unidos, todos están acá, compartiendo el metro, la calle, la fila para comprar almuerzo en los camiones de comida, en todas partes. Los acentos, las historias se conjugan de formas fantásticas. Estilos, modas, tribus, edades, clases sociales. El collage es impresionante. Es el collage compuesto por los Humanos de Nueva York.

Brandon Stanton vive en Nueva York y se dedica a fotografiar a la gente que vive en la ciudad y rescata aquellas pequeñas o grandes historias que los convierten en seres únicos. Su blog "Humanos de Nueva York" se ha convertido uno de mis favoritos, y es un verdadero fenómeno de las redes sociales.

Otro excelente video: Humans of New York: From photo project to web sensation

domingo, septiembre 09, 2012

La Ruta de la Beca

Estoy viviendo un sueño. Siempre quise vivir y estudiar en Estados Unidos y aquí estoy. Ni más ni menos que en Nueva York, Manhattan, la Gran Manzana, estudiando un master de dos años en Steinhardt, la escuela de educación y desarrollo humano de la Universidad de Nueva York.

Mi máster se llama "Medios, Cultura y Comunicación" y yo estoy siguiendo la especialización de tecnología y sociedad... Todo es increíble.

Llegar hasta acá fue posible gracias a dos becas: Becas Fulbright y Becas Chile. Pero más que eso, gracias a mi familia y a muchos amigos que me apoyaron de las más variadas formas. Si no fuera por ellos, hoy no estaría acá.

Quisiera partir aclarando que para ganar becas y ser aceptado en las universidades, no es necesario ser la persona más inteligente del mundo, pero sí hay que ser perseverante, trabajador, tener un sueño, un objetivo claro... Y hay que tener mucha, pero mucha paciencia para hacer trámites. Fueron tantos y tan variados los trámites que tuve que hacer, que en Twitter se me ocurrió el hashtag #larutadelabeca para hablar de esos pequeños pasos, tediosos pero importantes.

Tramites bancarios, papeles de la universidad, el registro civil, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Relaciones Exteriores, exámenes de inglés, exámenes de matemáticas, exámenes médicos de la más variada índole, escribir cartas, traducir documentos, y un sinfín de cosas más que sucedieron en dos años...

Dos años me tomó llegar acá. A eso se suma dejar un trabajo que te encanta, tu familia y tus amigos, pero tengo la enorme dicha de tener familia y amigos en esta ciudad. De hecho, pese a que aún no tengo un lugar definitivo para vivir, me estoy quedando con mi tío Daniel, el hermano de mi madre, y su mujer Lisa, que son como mi segunda familia y han hecho de mi estadía acá algo espectacular. El único problema es que su casa queda a una hora y media de la Universidad de Nueva York. Diariamente tengo que tomar un taxi a la estación de trenes, un tren a Manhattan y luego el metro a Washington Square... Esto es de ida y vuelta. Y hacer esto es super caro, pero se compensa porque no estoy pagando alojamiento. Estoy haciendo lo que los gringos llaman "Commuting", acá es súper común, porque vivir en Manhattan es una locura. Arrendar una pieza chica, en un departamento con más gente, cuesta lo mismo que arrendar una casa entera en Providencia o Ñuñoa. Pero yo, que me quejo todo el día por mi "commuting", olvido todo cuando llego a la casa, que es tan bella y donde estoy rodeada de tanto cariño. En resumen, estoy evadiendo buscar otro lugar para vivir. Es algo que tengo que hacer, pero que pospondré algunas semanas.

Como resulta tan complejo resumir lo que he vivido en estos dos años, aquí va una lista de los principales hitos:
Octubre de 2010: decidí formal y seriamente que quería hacer un postgrado en Estados Unidos para especializarme en Comunicación Digital, principalmente en las áreas de instituciones públicas y privadas. 
Noviembre - diciembre de 2010: investigué fuentes de financiamiento y programas donde sería interesante estar, principalmente en en Estados Unidos, Inglaterra y España. 
Enero - febrero de 2011: traté de mejorar mi inglés con clases particulares. 
Marzo - abril de 2011: rendí exámenes (Toefl y GRE), reuní muchos papeles y postulé a la Beca Fulbright. 
Junio de 2011: recibí la notificación de haber sido nominada a la Beca Fulbright. Para que fuese efectiva, debía ser aceptada en alguna universidad de Estados Unidos. 
Julio - septiembre de 2011: volví a tomar clases de inglés y de matemáticas, y rendí nuevamente el Toefl, el GRE y esta vez sumé el Ielts, para poder postular a programas en el MIT. 
Noviembre - diciembre de 2011: postulé a nueve programas de postgrado en Estados Unidos, todos relacionaban de una u otra manera los tres temas que me interesas: Comunicaciones, Políticas Públicas y Tecnología. Postulé a dos programas del MIT (TPP y CMS), Harvard, New York University, University of Southern California, Syracuse University, University of Texas Austin, Georgia Tech y Denver University. Si pinchan los links, podrán ver los programas a los que postulé.  
Marzo - abril de 2012: llegaron los resultados de las postulaciones. Nunca supe de Georgia Tech, pero fui aceptada en cuatro de los programas: NYU, USC, Syracuse y Denver. Después de darle muchas vueltas al asunto, me decidí por la Universidad de Nueva York por las siguientes razones: el master es buenísimo, tengo familia y amigos en NY, la NYU está rankeada como la universidad número 29 del mundo y en el lugar número 10 en el campo de las ciencias sociales... Y que iba a vivir en Nueva York.  
Mayo de 2012: postulé a Becas Chile (Fulbright me ha apoyado mucho, pero el monto entregado no alcanzaba para pagar el arancel de una universidad tan cara como la NYU). 
Julio de 2012: gané Becas Chile, renuncié a mi trabajo como jefa del Área Web de Corfo, y me vine a Nueva York.  
Agosto de 2012: fui por tres semanas a un curso preacadémico para Fulbrighters en la Universidad de Arizona, donde nos enseñaron algunas claves básicas para escribir papers, hacer presentaciones y mucho sobre la cultura estadounidense. En el grupo éramos 36 personas de 26 países y tuve una compañera de cuarto adorable, Indrani, una documentalista de Malasia.  
Septiembre de 2012: inicio de las clases en la NYU. 
Ahora tengo que estudiar un montón... pero trataré de escribir a menudo, porque hay mucho, mucho para contar.

lunes, abril 02, 2012

Una sorpresa desde el pasado

Mi hermano Julián llamó un montón de veces hoy y no pudimos hablar. La comunicación se perdía, lo oía entrecortado, con mucho ruido de fondo y cuando intenté responderle la señal de mi celular no funcionó. Finalmente, tarde en la noche, logramos hablar. "Tengo algo emotivo que contarte", me dijo.

Julián nació en 1989, cuando yo tenía 12 años y él ahora tiene casi 23 (saquen la cuenta). Estudia Derecho en la Universidad Diego Portales, la misma casa de estudios donde yo estudié también Derecho (sólo un año) y después estudié y me titulé de la carrera de Periodismo.

Esta mañana, Julián fue a la biblioteca de la universidad a sacar un libro. "Ahora tienen un sistema automatizado, que pasas una tarjeta y te dan un ticket con la fecha de préstamo y devolución esperada", me explicó. "Pero muchos libros aún tienen en su interior las antiguas tarjetas de préstamo, donde se registraba a mano, el nombre de la persona que lo pedía... Y la última persona cuyo nombre aparecía en la tarjeta de préstamo de este libro, era el tuyo", concluyó.

Mi hermano me mandó la foto que evidencia esta sorpresa proveniente del pasado. La ficha dice "Salinger D.J. / El Guardián Entre el Centeno" y más abajo con fecha del 25 de agosto de 1999 aparece un solo nombre, "Paloma Baytelman".

Julián me dijo además que buscó el libro, porque aparecía mencionado en la novela "Mala Onda" de Alberto Fuguet.

Lo más curioso de todo -le expliqué a Julián- es que hace 13 años saqué el libro por dos motivos. Primero, porque era la novela favorita de nuestra madre, Myriam Pilowsky, y quería saber porqué a ella y a su generación esta obra de Salinger los había marcado tanto. En segundo lugar, porque iba a constituir uno de los textos basales de mi tesis de grado: "Los Periodistas de la Generación X en Chile", texto al que también llegué referida por las palabras de Fuguet en "Mala Onda".

Me encantó esta secuencia de hechos, porque parece el argumento de partida de esas películas que juegan con el valor del tiempo y las decisiones que hacemos. Rápidamente se me viene a la cabeza "Pídele al tiempo que vuelva", pero deben haber muchos otros (y mejores) ejemplos. También podemos echar mano a la idea del mensaje en la botella, pinturas rupestres y tantas otras cosas que constituyen una arqueología histórica o cotidiana.

Ahora toca saber qué reflexiones hará Julián a partir de "Mala Onda" y "El Guardián Entre el Centeno". Cómo le impactarán a él estos retratos conectados de épocas, deseos y esperanzas, en el reflejo de estas temáticas y arquetipos en su propia generación.


jueves, marzo 15, 2012

¿Quieren saber de qué se trata mi trabajo?

Muchas personas saben que trabajo en algo interesante, pero a poco les queda claro qué es lo que realmente hago en mi vida laboral cotidiana, además de ser una buena conocedora de las redes sociales y la comunicación digital, mis charlas y consultorías en la materia.


Voy a partir por esto: trabajo en Corfo, que es la agencia de desarrollo económico de Chile. Estoy acá hace casi dos años y ha sido, desde muchos puntos de vista, una oportunidad maravillosa, por la gente y por el aprendizaje que me ha permitido.

Corfo es una institución que nació hace más de 70 años en Chile y que buscaba reforzar la capacidad productiva y competitiva del país. Hoy su foco está en el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, el emprendimiento y la innovación. Busca, finalmente, apoyar aquellos ámbitos donde hay quiebres o brechas en el mercado, con herramientas muy, pero muy diversas. Algunas entregan de forma directa parte del financiamiento para proyectos, en otras ocasiones, funciona como garante frente a instituciones financieras, para que los empresarios puedan concretar sus ideas.

Claramente no todo es perfecto, pero me he encontrado con una institución y profesionales que cada día trabajan con entusiasmo y probidad para perfeccionar la oferta con foco en los ciudadanos y sus problemáticas.

Es un lugar maravilloso y estoy feliz de la oportunidad de estar aquí.

¿Qué hago yo?


Pues bien, lidero una unidad pequeñita que lleva por nombre “Web y Medios Digitales”. Mi labor es de coordinación. Dependo de la sub gerencia de marketing y opero a la par de comunicaciones, diseño, sistemas y servicio al cliente. Mi equipo hace mejoras constantes al sitio web de Corfo y minisitios que se ponen en marcha para reforzar algunas herramientas de apoyo específicas o impulsar eventos de la institución. También se ha desarrollado una estrategia de redes sociales, que ha enfocado estas plataformas como un canal de atención a clientes (Twitter y Facebook). Lo que es más enriquecedor, es formar parte de equipos críticos que piensan desafíos de gobierno electrónico, interoperabilidad, tratamiento de datos, innovacion social, innovación abierta, repositorios, comunidades y mucho más. En fin. Corfo es un espacio abierto a las oportunidades y a las personas con ideas... y eso me encanta.


Sobre mi grupo de trabajo, puedo decir que es puro deleite. Mi jefe directo, Nicolás, es un hombre que cultiva el bajo perfil, pero que demuestra cada día ser una persona con gran visión y capacidad de trabajo duro. Mi equipo directo, Pato y Carlos R. (diseñador y webmaster) son todoterreno y siempre logran sacar adelante los desafíos más complejos. El área de diseño es nuestro aliado diario, con Juanjo (subrogando a Roxana) y Magaly, profesionales con rigor, entendimiento del negocio y buen gusto. La gerencia de sistemas aporta el soporte y la implementación, con Marisa, Mauricio y Denisse. Como agente interna de intermedación está Fran M., y coordinando todo tipo de evento inimaginable, Laura. En comunicaciones, Rodrigo (subrogando a Maida), Fran A., Karen, Dani, Natalia (mi brazo derecho en coordinación y edición de contenidos web), Maya, Eugenia y todos los periodistas de regiones. Una estrella de la administración pública, Sole V. En comunicaciones internas, Andrea, Sole A. y Rommy. El equipo de Miguel Ángel, un lujo de gestión en atención a clientes. Flor (secretaria de la subgerencia de Marketing y la que hace que todo suceda), Violeta y Carlos V. apoyando en todo. Aunque no son directamente de mi equipo, mi trabajo se ha visto enriquecido por la labor de Ale (jefa de la maravillosa Biblioteca Corfo), Maximiliano (con su capacidad notable de ejecución desde nuestra gerencia madre, la corporativa), Matías, nuestro gerente corporativo, Felipe (jefe de gabinete de Corfo), Jadille (de la gerencia de Estudios), y Hernán, el vicepresidente ejecutivo, quien lidera Corfo, un lugar que cada día me llena la cabeza y el alma.

Sería muy largo detallar a todas las personas espectaculares que trabajan acá y la cantidad de cosas que he aprendido o la forma en que se me ha abierto la mente y las oportunidades. Si alguien que tuviese la posibilidad de entrar a esta institución me preguntara, le diría que no lo piense dos veces. Trabajar en la administración pública tiene sus limitantes y frustraciones, pero en Corfo las oportunidades de aprendizaje y crecimiento superan con creces cualquier desventaja. Al menos esa ha sido mi experiencia. Este espacio está lleno de gente que desarrolla su labor con ganas de pasarlo bien y trabajar duro para conseguir objetivos que generan valor público.

Agradezco profundamente la oportunidad de estar aquí. Amo mi trabajo, lo que hago, lo que aprendo y a las personas que hacen que todo esto sea posible.

De todo corazón... GRACIAS.

domingo, febrero 05, 2012

¿Qué es Pinterest? Mi nuevo diario mural

Desde niña sentí fascinación por recortar imágenes de revistas y clasificaba mis pequeños tesoros en sobres por temas.

Precisamente algo así es Pinterest, pero esos sobres se convierten en diarios murales (boards) que compartes con todo el mundo de forma social.
http://pinterest.com/palomabaytelman
Pinterest, traducido sería algo así como pegar con alfileres tus intereses. Es una red social que comenzó en 2009, pero que ha tomado mucho vuelo en los últimos meses. En agosto de 2011 la revista Time destacó a Pinterest como uno de los "50 Mejores Sitios Web de 2011" y -con sólo 5 millones de usuarios registrados a la fecha- en enero su tráfico supero a YouTube, Google+, LinkedIn y MySpace juntos (Shareaholic).

Principalmente, Pinterest se trata de subir imágenes de sitios que te gustan, favoritear o re-postear imágenes de otras personas, administrando las imágenes por colecciones temáticas. Por eso, más que una comunidad de fotografía, Pinterest es una plataforma para curar contenidos. Hablamos de curatoría, como cuando en los museos alguien selecciona qué cuadros van, con qué textos y acompañados de qué información. Pero aquí nos referimos curar contenidos de forma social, a ser intermediarios del conocimiento. Es decir, de recoger, organizar, filtrar y compartir información.

Con Pinterest puedes compartir cualquier contenido de la web y lo que el sistema te ofrece subir es una de las imágenes asociadas a dicho contenido, entonces, compartes contenidos a través de sus imágenes. También puedes compartir videos, pero no he visto tan explosivo su uso en ese ámbito.

Pinterest busca conectar a todas las personas en el mundo a través de gustos compartidos y se clasifican en ámbitos como arquitectura, arte, autos y motocicletas, diseño, manualidades, educación, cine, música y libros, alimentos, jardinería, decoración, humor, niños, fotografía y ciencia, entre otros. Hay muchas cosas muy cool, mucho perrito tierno, muchas uñas pintadas, zapatillas y autos de colección, etc, etc, etc.

Para mí, Pinterest es:

a) Excelente para procrastinar
b) Espectacular para mostrar productos
c) Una herramienta con potencial viral MUY alto. Es como si hubiese sido hecha como experimento de una plataforma orientada principalmente a la viralidad.
d) No sé si diría que es una comunidad, porque en realidad el centro de la plataforma no son las personas, sino que los contenidos.

Esto va a ser un fenómeno interesante de analizar.

Aquí les dejo mi url de Pinterest y otros enlaces con información muy interesante sobre esta plataforma y sobre la curatoría social de contenidos:

  1. Qué es Pinterest y por qué puede ser la próxima red social 
  2. Pinterest, la nueva red social que inquieta a las otras
  3. How Pinterest Will Transform the Web in 2012: Social Content Curation As The Next Big Thing 
  4. Pinterest: A Beginner’s Guide to the Hot New Social Network (Mashable)
  5. Content curator, Intermediario del conocimiento: nueva profesión para la web 3.0
  6. Mi Pinterest http://pinterest.com/palomabaytelman/

martes, enero 24, 2012

Crowdfunding: Una Vaca Digital

"Vaca" es un chilenismo que significa una colecta entre amigos (generalmente para comprar cosas para una fiesta). En el marco de la economía de la generosidad, la fiesta es una idea y el lugar del acontecimiento, el mundo digital.

Señoras y señores, bienvenidos al mundo del Crowdfunding o, dicho en castellano, financiamiento colectivo... O -por qué no- una "Vaca Digital".
¿Qué es el Crowdfunding?  
Financiación en masa (del inglés crowdfunding), también denominada financiación colectiva, microfinanciación colectiva y micromecenazgo, es la cooperación colectiva, llevada a cabo por personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos, se suele utilizar Internet para financiar esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones. Crowdfunding puede ser usado para muchos propósitos, desde artistas buscando apoyo de sus seguidores, campañas políticas, financiación del nacimiento de compañías o pequeños negocios. Wikipedia.
La primera vez que escuché de este término fue a través de mi gran amiga Ana Domb, una estudiosa de este tipo de fenómenos quien me presentó Kickstarter, la plataforma más grande en el mundo para la realización de proyectos creativos de diverso tipo, que ya ha logrado financiar iniciativas que en su conjunto suman más de 100 millones de dólares.

El sistema es simple, uno va a un sitio de crowdfunding, encuentra un proyecto que le encanta y mira la lista de posibles aportes. Según la cantidad de dinero que uno entrega, el creador del proyecto ofrece una recompensa asociada. Por ejemplo, en el caso de que uno participe en la financiación de una película, la recompensa puede ir de una chapita, un poster, un CD con la banda sonora, hasta ser incluido en los créditos como productor adjunto o participar como invitado de honor en la avant premier.

Hace algunos meses, a través del Twitter de Fernando Rojas (co-fundador de Studio Pangea), supe que estaba tratando de financiar su proyecto con esta metodología. La idea: un juego Mapuche para dispositivos móviles. El nombre: Pewen Collector. La plataforma: Idea.me el sitio latino de financiamiento colectivo.

Era el momento de comenzar, de jugar, de aportar, de ser parte de un nuevo modelo.

Pewen Collector pedía US$ 5000 para financiase y los aportes podían ser desde US$ 3 (recompensa: "Obtendrás un correo de agradecimiento, mención en redes sociales, actualización constante sobre nuestros avances y un increíble fondo de pantalla de Pewen Collector"), hasta US$ 2500 (recompensa: "PARA NUESTRO MECENAS, ¡TODO! - Esta recompensa está pensada para UNA PERSONA MUY ESPECIAL que vea en este proyecto un aporte social y cultural. Tendrás derecho a cobrar todas las recompensas anteriores y obtendrás un espacio privilegiado en los créditos del juego bajo el título de "Mecenas". Además, te invitaremos a una sesión de brainstorming para volcar tus ideas en este (y futuros) proyectos!!").

Feliz con mi polera
de Pewen Collector
Yo doné 60 dólares, convirtiéndome en "productor" del juego. Hoy llegó a mi casa parte de la recompensa: una hermosa polera y un poster con una frase en Mapudungún, que significa "A las niñas y niños presentes, a las hermanas y hermanos presentes, los sueños si se cumplen".

Pero sin duda, la mayor recompensa es haber sido parte de esta historia, una de las tantas historias que -apoyados por las nuevas tecnologías- estamos construyendo entre muchos.










Pewen Collector en los medios:





martes, enero 10, 2012

Gracias por la oportunidad de ayudar

Esta es una de las historias más lindas que he escuchado en mi vida. O, más bien dicho, que me han pasado en la vida. Pongan atención...

Ya he hablado antes en este blog sobre la economía de la generosidad, pero siempre este tipo de conceptos parecen muy abstractos hasta que uno vive en carne y hueso el valor de compartir.

No soy la Madre Teresa de Calcuta, ni mucho menos, pero me produce un placer profundo poder ayudar a las personas. Generalmente lo hago a través de una habilidad que se me da bastante bien, la cual consiste en conectar gente que tiene intereses comunes y/o que en conjunto puede crear algún tipo de sinergia. Puede generar valor.

Hace algunas semanas leí en el Twitter del doctor José Luis Contreras (con quién nos seguimos virtualmente hace muchos años) de un caso bastante raro y muy complejo. Llegó a consultarlo un paciente con un queloide muy raro, una lesión en piel muy grande... como una cicatriz gigante que crecía alrededor de su cuerpo. El 18 de diciembre de 2011 el doctor Contreras contó el caso en su blog y continuó pidiendo ayuda en su Twitter, pues se trata de un cuadro clínico cuyo tratamiento no es cubierto por los conductos tradicionales de la salud pública. 

El 21 de diciembre, en cuanto leí la historia, mi cabeza comenzó a funcionar a mil por hora y apareció el nombre del dermatólogo Cristián Vera Kellet, gran amigo y ex vecino. Sabía que Cristián había regresado recientemente tras cursar un postgrado en Estados Unidos y, aunque no estaba segura de su subespecialidad, presentí que podía ayudar. Comencé el día tratando de ponerlos en contacto por Twitter y reiterando la acción por Facebook y luego por mail.

No sé muy bien qué ocurrió después... pero como sea que fuese estos dos profesionales maravillosos se pusieron en marcha, hasta que hoy, a menos de un mes de que el doctor Contreras posteara sobre el caso, el paciente fue intervenido quirúrgicamente por el doctor Vera en la Universidad Católica de forma gratuita. Aquí está el relato de esta segunda parte de la historia.

Entiendo que queda mucho por hacer, que el paciente va a requerir tratamientos complementarios, apoyo psicológico, cuidados y amor. Pero hoy se ha dado un primer gran paso, el cual no hubiese sido posible realizar de forma tan rápida y efectiva sin las redes sociales, pero por sobre todo sin el ánimo desinteresado y generoso de colaborar de muchas personas. Personas que confirman que no se trata de tecnología, sino de lo que la gente hace con ella.

Gracias por la oportunidad de ayudar.



sábado, enero 07, 2012

Teoría de los Hombres Tristes

Me repetí "Vicky Cristina Barcelona". Me quedó dando vuelta la frase "insatisfacción crónica" y su link con mi teoría de los hombres tristes.

No sé si en estricto rigor es una teoría, pero le he dado muchas vueltas a la idea de los hombres que mientras más saben o tienen, más desilusionados parecieran estar de todo y de todos.

En su mayoría los hombres tristes son personas tremendamente atractivas, son inquietos, son creadores, son, casi siempre, intelectuales.

Un hombre triste es en realidad un entusiasta esporádico. Cree encontrar con frecuencia motivos de ilusión. Pero como la tristeza es un asunto vocacional, un asunto serio para él, con gran rigor se arrastra rápidamente al estado de decepción y hastío que lo caracteriza. Porque ser un hombre triste es una cuestión de estatus, un podio, un altar donde se debe permanecer para mirar todo desde las alturas de la disconformidad.

En la película, María Elena (Penélope Cruz) reprocha a Cristina (Scarlett Johansson) por sufrir de lo que llama "insatisfacción crónica", pues sólo es capaz de ver lo que no quiere y una vez que ha conseguido algo ya no es suficiente y está pensando en el vacío del anhelo de no saber lo que se anhela.

No sé por qué, pero en mi entendimiento, la teoría de los hombres tristes se aplica sólo a hombres. Sin embargo, me pareció tan acertada la expresión "insatisfacción crónica", que voy a sumarla al marco conceptual que he construido. (Tal vez las mujeres no pueden ser "un hombre triste", porque la complejidad femenina simplemente se los impide).

A diferencia de Cristina, el hombre triste sí conoce su anhelo, pero centra su existencia en la "insatisfacción crónica" de siempre elevar su meta una vez que ha conseguido algo. Siempre quiere más y sabe lo que quiere. O cree saberlo.

Un hombre triste es un coleccionista que siempre sentirá que su colección es incompleta. La colección puede ser cualquier cosa, desde conocimiento puro, pasando por cosas materiales, hasta llegar a personas.

Para mí, saber lo que uno no quiere es algo muy bueno. De hecho fue el principio de un camino de crecimiento y transformación personal que inicié hace varios años y que aún continúo armando. Pero no comparto con los hombres tristes la pérdida de la capacidad de asombro, la incapacidad de disfrutar el presente. No logro del todo saber lo que quiero y estoy feliz con ello. O creo estarlo.

Puede tener que ver con que me cuesta pensar en la vida en término de metas y, por lo tanto, no ando buscando la perfección sino el disfrute. Si me gusta un plato, puedo comer lo mismo durante días, sin necesidad de inquietarme por un nuevo sabor.

Pero finalmente sí busco, sí anhelo, sí pruebo y sí me muevo. En ningún caso sufro de "satisfacción crónica" y hasta he llegado a pensar que yo también soy inconscientemente un hombre triste, disfrazada conscientemente de mujer feliz.