viernes, enero 30, 2009

Cada día


Cada día pongo mis pies en el suelo y, mientras escucho el agua correr en el baño, sueño vidas pasadas, vidas mejores y doy gracias por la propia existencia.

Me pongo un pañuelo en verano, un abrigo en invierno y bajo las escaleras y salgo a la calle a luchar contra el mundo y a gozar de él.

Cada día la micro, el metro, cada día comprar el pan, abrir el cajón de mi escritorio, sacar el computador y comenzar a escribir sobre las cosas que pienso o que sueño cuando estoy en la calle luchando contra el mundo y gozando de él.

Inspirado en “Her Morning Elegance” de Oren Lavie

jueves, enero 29, 2009

Baño Público




En el colegio, en la universidad, en bares y estaciones. Cientos de baños públicos, miles de historias plasmadas en sus muros.



Un idioma común: Juana y Pedro, 100 formas de llamar al pene y a la vagina, te amo Raúl, saludos varios, insultos, arengas de barras de fútbol y tantas cosas más.

Muchas frases de verticales o al revés, letras a ratos inentendibles, escritas con todo tipo de lápices, incluso con labial.

En la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Chile entro al baño y está vez me encuentro con un nuevo mundo. Estamos en el siglo XXI y se nota. La mayoría de los escritos son “hipertextuales”, grupos de Facebook, direcciones de fotologs y otrs URLs de diversa índole.

El contexto sociocultural está cambiando más rápido que nunca, nunca antes. También en los baños.

Les comparto este pequeño video (en inglés) que resume las características más importantes respecto a cómo hoy los estudiantes aprenden, establecen sus metas, cuáles son sus esperanzas, sueños y preocupaciones, cómo serán sus existencias y qué clase de cambios experimentarán en sus estilos de vida marcando una gran diferencia con las generaciones anteriores.

El video fue creado por el profesor Michael Wesch en colaboración con 200 estudiantes de la Kansas State University.

miércoles, enero 14, 2009

Condiciones de uso


Digitare #
Cargado originalmente por Mirko Macari

Es como esa mañana cuando vas al baño, echas a correr el agua, mojas tu cara, levantas la cabeza y te miras al espejo y, de pronto, descubres que eres otra. Has olvidado que el día anterior decidiste optar por ese corte de pelo radical. Ahora viene el desafío de descubrir cómo peinarse, las condiciones de uso de este nuevo look.

No es sólo con el pelo, es todo lo que implica un cambio en nuestros modos de accionar automatizados. Imagino que es lo que sucede cuando uno maneja por primera vez un auto en Inglaterra o Japón, donde el conductor se sienta al lado derecho y casi todas las normas del tránsito funcionan al revés.

Aprender a usar el sistema operativo del aparato antiguo que me dieron en la compañía mientras mandaba a arreglar mi celular, ver a mi jefe sin bigotes, superar el desconcierto cuando cambian el sentido de una calle en mi barrio de toda la vida, usar un computador con teclado en francés, encontrar sin previo aviso en la casa de mi abuelo a mi tío favorito que vive fuera del país.

Esa disonancia cognitiva que se produce cada vez que se desorienta al piloto automático con que funcionamos en la vida.

Esos quiebres de la costumbre que nos obligan a parar, pensar, abrir los ojos.

lunes, enero 12, 2009

7.35 de la mañana

Si sabes que él toma el metro cada mañana a las 7.20 en la Estación Los Leones, o que ella compra el diario y un café en el almacén que está al otro lado lado de la calle, u otro que sale a fumar un cigarrillo justo a las 12. Y ves a esa persona, y te gusta y cada día piensas en qué hacer para atreverte a hablarle, imaginas como es su vida, intentas sacar conclusiones. Y si algún día logras romper el hielo, todo se acaba. Por A, B o C, el sueño se rompe y quedas con la amargura de que tal vez hubiera sido mejor seguir sólo soñando.