Este año he experimentado una sensación de permanente entusiasmo, que se incrementa cada vez que tengo la oportunidad de conocer a personas que están pensando el futuro.
Algunos son amigos de acá que están liderando emprendimientos notables, más si se piensa que lo hacen superando las barreras que existen en Chile: poca visión sobre la importancia de fomentar el desarrollo de software; una legislación obsoleta y/o cortoplacista, y deficientes condiciones de conectividad.
Otros son pensadores notables, que han marcado la reflexión en las últimas décadas en cuanto a cómo los avances tecnológicos afectan la forma en que las personas vivimos y nos relacionamos.
Varios han venido a Chile este año: Howard Rheingold, Chris Anderson, Henry Jenkins y en noviembre nos visitará Jimmy Wales.
Jenkins presenta su libro "Convergence Culture" el lunes 13 en El Mercurio y quería compartir con ustedes algunas ideas de Eduardo Arriagada, que explican muy bien por qué hay que leer esta obra:
“Jenkins confirma que ya pasaron los tiempos en que se podía asumir a Internet como una autopista para la entrega de información al modo tradicional, es decir, como un sistema de distribución de información empaquetada para personas que pagarían por su uso, quienes quieren aprovechar las oportunidades, deben entender que, en los negocios de la red, la clave estará en la capacidad de fomentar la participación. Y esto porque, antes que nada, internet sólo funciona cuando es asumida como un espacio de colaboración.
En éste el autor no sólo alude permanentemente a las oportunidades de los medios tradicionales, sino que además postula que la verdadera convergencia está en la relación entre el poder de los productores de la industria tradicional y el poder de los consumidores de esos medios masivos, que interactúan en formas impredecibles. Este libro también analiza la inteligencia colectiva y la cultura de la participación de los usuarios… Jenkins analiza especialmente la industria cinematográfica donde los líderes ya entendieron que los juegos digitales no son simples negocios complementarios donde colocar el logo de una película sino formas de expandir la experiencia de la storytelling. En ese sentido, el libro de Jenkins, más académico que el anterior, aprovecha una revisión de los mayores autores contemporáneos (Ithiel de Sola Pool, Pierre Lévy, George Gilder, Russell Neuman, Kevin Roberts y Michael Schudson, entre otros) para demostrar sus tesis sobre las oportunidades que la digitalización le ha entregado a las empresas que logren asumir la participación como un imperativo.
Tal vez la novedad más grande estos libros sea la concepción del usuario. Este personaje tradicionalmente era caracterizado como una apática persona anónima y aislada, echada en un sofá comiendo papas fritas, mientras que ahora es alguien que ya no sólo ve la televisión sino que interactúa con su programación en tiempo real gracias al PC. En otras palabras, es un espectador que participa de forma activa, ruidosa, pública como parte de alguna comunidad. De hecho un personaje clave en el mundo de Jenkin es el «fan» (aprovechando el impacto de Convergente Culture, Jenkins lanzó este año una recopilación de artículos en un libro llamado Fans, bloggers, and gamers: exploring the participatory culture), quien, gracias a la digitalización de los últimos diez años, ha pasado desde la marginalidad a convertirse en un elemento clave del negocio.
Lo optimista del libro desde la perspectiva de los medios masivos, es que para Jenkins este cambio cultural les dará una nueva oportunidad, porque es una tendencia que sintoniza con un marketing que ya entiende que la publicidad tradicional basada en el aviso de treinta segundos de televisión es ineficiente, y que el futuro requiere establecer relaciones de largo plazo entre las marcas y sus usuarios".
Algunos son amigos de acá que están liderando emprendimientos notables, más si se piensa que lo hacen superando las barreras que existen en Chile: poca visión sobre la importancia de fomentar el desarrollo de software; una legislación obsoleta y/o cortoplacista, y deficientes condiciones de conectividad.
Otros son pensadores notables, que han marcado la reflexión en las últimas décadas en cuanto a cómo los avances tecnológicos afectan la forma en que las personas vivimos y nos relacionamos.
Varios han venido a Chile este año: Howard Rheingold, Chris Anderson, Henry Jenkins y en noviembre nos visitará Jimmy Wales.
Jenkins presenta su libro "Convergence Culture" el lunes 13 en El Mercurio y quería compartir con ustedes algunas ideas de Eduardo Arriagada, que explican muy bien por qué hay que leer esta obra:
“Jenkins confirma que ya pasaron los tiempos en que se podía asumir a Internet como una autopista para la entrega de información al modo tradicional, es decir, como un sistema de distribución de información empaquetada para personas que pagarían por su uso, quienes quieren aprovechar las oportunidades, deben entender que, en los negocios de la red, la clave estará en la capacidad de fomentar la participación. Y esto porque, antes que nada, internet sólo funciona cuando es asumida como un espacio de colaboración.
En éste el autor no sólo alude permanentemente a las oportunidades de los medios tradicionales, sino que además postula que la verdadera convergencia está en la relación entre el poder de los productores de la industria tradicional y el poder de los consumidores de esos medios masivos, que interactúan en formas impredecibles. Este libro también analiza la inteligencia colectiva y la cultura de la participación de los usuarios… Jenkins analiza especialmente la industria cinematográfica donde los líderes ya entendieron que los juegos digitales no son simples negocios complementarios donde colocar el logo de una película sino formas de expandir la experiencia de la storytelling. En ese sentido, el libro de Jenkins, más académico que el anterior, aprovecha una revisión de los mayores autores contemporáneos (Ithiel de Sola Pool, Pierre Lévy, George Gilder, Russell Neuman, Kevin Roberts y Michael Schudson, entre otros) para demostrar sus tesis sobre las oportunidades que la digitalización le ha entregado a las empresas que logren asumir la participación como un imperativo.
Tal vez la novedad más grande estos libros sea la concepción del usuario. Este personaje tradicionalmente era caracterizado como una apática persona anónima y aislada, echada en un sofá comiendo papas fritas, mientras que ahora es alguien que ya no sólo ve la televisión sino que interactúa con su programación en tiempo real gracias al PC. En otras palabras, es un espectador que participa de forma activa, ruidosa, pública como parte de alguna comunidad. De hecho un personaje clave en el mundo de Jenkin es el «fan» (aprovechando el impacto de Convergente Culture, Jenkins lanzó este año una recopilación de artículos en un libro llamado Fans, bloggers, and gamers: exploring the participatory culture), quien, gracias a la digitalización de los últimos diez años, ha pasado desde la marginalidad a convertirse en un elemento clave del negocio.
Lo optimista del libro desde la perspectiva de los medios masivos, es que para Jenkins este cambio cultural les dará una nueva oportunidad, porque es una tendencia que sintoniza con un marketing que ya entiende que la publicidad tradicional basada en el aviso de treinta segundos de televisión es ineficiente, y que el futuro requiere establecer relaciones de largo plazo entre las marcas y sus usuarios".
2 comentarios:
Paloma, hoy supe que Nicolás Luco (El Mercurio) es un gran admirador de tu trabajo, de tu actitud. Fue muy motivador ver tu forma de reportear de obtener informaciones de distinto tipo aprovechando la venida de Henry. espero que desde la UC podamos apoyar tu trabajo, estás más que bienvenida al www.blogsuc.cl.
pucha cabrita...no sé que me pasó que me perdí de tu blog...hoy tuve tiempo y me puse al día: desde el avión en la cabeza hasta los señores Jenkins y Arriagada.
A veces me voy en metro...
un abrazo cariñoso.
Publicar un comentario