lunes, agosto 17, 2009

Decadente glamour

Es bastante ridículo, lo sé, pero disfruto profundamente las equivocaciones de pertenencia local. Me explico. Me encanta cuando alguien piensa que soy de otro país o cuando estoy en una ciudad que no es la mía y las personas creen que he vivido ahí desde siempre.

“Eres española”, me preguntan con frecuencia. “No, es que tengo los dientes separados y tal vez por eso seseo un poco al hablar”. La mayoría de las veces el interlocutor insiste en esto, asegurando que tengo un acento extraño. ¿Será verdad? Imagino que es como cuando uno tiene tics o modismos raros, de los que nunca se ha dado cuenta y que los cercanos no te comentan, porque están muy acostumbrados o bien porque temen hacerte sentir mal.

Creo que me gusta más pretender que soy de un lugar cuando estoy de visita y eso se disfruta especialmente en los taxis, micros y colectivos. Llevar un par de días en Argentina y discutir con el taxista la ruta a seguir para no sentirme timada, lo que casi siempre me resulta fatal, aunque se siente rico. “Vamos a Palermo. Tome Soler y después Juián Álvarez a la derecha”. “Ché, no se puede tomar Julián Álvarez a la derecha”. Discuto un poco, me doy por vencida, el chofer tiene razón, pero al menos lo intenté. A otro, que de verdad me quiso cobrar de más haciéndose el que no conocía las calles y que no lograba ver el mapa porque estaba corto de vista, le di de su medicina cuando me dijo que tenía que comprarse una lupa para ver las callecitas. “Había pensado en pasar a una librería, pero ya es muy tarde, vos no sabés dónde podré comprar una lupa”. Feliz porque logré que creyera que era una chilena que vivía en la ciudad, le dije saboreando la venganza: “en un quiosco”. “¿En un quiosco? ¿Vos creés?”. “No creo, estoy segura, hoy por hoy en un quiosco puedes encontrar de todo”, aseguré haciendo un guiño a un post de Orsai, riéndome en silencio con una broma que sólo yo entendí y disfruté.

Pero la delicia máxima es cuando piensan que eres de allí, sin que te lo hayas propuesto. “Voy a la subidita que hay junto al Restaurant La Olla”, dije a un colectivero en Puerto Varas. Entonces comenzó a hablar sobre cosas que sólo tendrían sentido si yo fuera de ahí. “No cree que ya está bueno de esos arbustos que afean tanto ese hotel”. “Sí claro”, respondí. “Porque vio esas máquinas que compraron en la Municipalidad, deberían usarlas para esto”. Después siguió comentando el clima y me preguntaba si yo podía recordar si para el dieciocho pasado había llovido a principio de mes, y que en las fiestas había estado lindo, o si había sido al revés”, contesté con la seguridad de una mentirosa novata pero orgullosa, que las últimas fiestas patrias, el cielo estaba azul y que en 2007 era cuando el cielo se había rajado lloviendo. ¡Qué placer!

Lo sé, sé que es rarísimo. Supongo a que se debe a esas ganas de ser de todas partes. O al menos de los lugares en los que me siento a gusto. Lo de española en mi propia tierra es más raro aún, supongo que me agrada por ese gustillo de decadente glamour.

sábado, agosto 08, 2009

Qué es peor

“No sé qué es peor: Estar en una discoteque, que el DJ ponga una canción, que todo el mundo grite woooo y que tú no la conozcas… O estar en una discoteque, que el DJ ponga una canción, gritas a todo dar woooo y notas que eres la única que está gritando” fue la reflexión de mi amiga Bárbara, mientras esperábamos cerrar la noche bailando algún tema notable.

También comentamos sobre un tipo que bailaba como profesor de gimnasio, otro que se contorneaba cual vedetto y gurpos de amigos que al parecer pertenecían a la “generación Yingo”, algo que escapa a nuestro entendimiento pues 1) a la hora que transmiten el programa estamos trabajando, 2) estamos un poco viejas y 3) ninguna de las dos tiene televisión.

El lugar: “Mito Urbano”, una discoteque de Bellavista. El motivo: celebrar el cumpleaños de @jlriffo. La música: de todo un poco. La gente: un poco de todo.

Como siempre uso expresiones anticuadas, no quiero hacer una excepción, por lo que declaro que “dejé los pies en la pista de baile”, observé, recorrí el lugar de punta a cabo, tomé mucha agua y, por ende, visité el baño en varias ocasiones, lugar propicio para hacer anotaciones etnográficas sobre las mujeres y sus distintas formas de reafirmar su imagen frente al espejo.

“Esta polera hace milagros”, le decía una chica a su amiga. “¿Por qué?”, la interrogué. Me explicó que el drapeado de la prenda disimulaba los “rollos”, rollos que claramente sólo existían en su imaginación anoréxica. Minutos antes había entrado al “VIP”, señalando que necesitaba conocer todo el lugar y así tener material para escribir un artículo. Como el viejo cuento dio resultado, sentí la responsabilidad de figurar de reportera incluso en el baño. Las amigas eran estudiantes de dietética y párvulos, jamás habían oído hablar de mi blog, pero estaban felices de ser entrevistadas, por lo que me explicaron exaustivamente las razones que las llevaban a ser clientas frecuentes del lugar: “No es muy rasca, ni muy cuico, no ponen ni mucho reguetón, ni mucho tecno y el ambiente es muy bueno”.

Las dejé felices mirándose al espejo, y volví al segundo piso del local, donde se supone hay mucha “Very Important Person”, guapos y guapas bailando solos, en un corredor-balcón, esperando ser vistos o admirados por el “perraje” que disfruta en grande en la plata baja. Un garzón me explicó que los que tenían acceso eran los “amigos de la casa”, pero noté que también valía ser extranjero. Hablé casi con puros chicos. Un tipo que tenía una onda entre Elvis y Cowboy, me contó que era cordobés y que trabajaba hace cuatro años en Chile como modelo y en promociones, su amigo uruguayo hacía lo mismo y había una pareja de neozelandeses que estaban viajando y aprendiendo español, por cierto, sin mucho éxito. Más allá, uno que parecía futbolista argentino, resultó ser el cajero de un local de sushi del Alto Las Condes y el cuadro lo cerraban dos amigos brasileños que registraban todo en video con su cámara de fotos y que se empeñaron durante un buen rato en explicarme por qué el ambiente de la noche paulista era tan distinto.

Después de mirar mucho, recorrer el lugar, subir y bajar, volví donde mi amiga Bárbara quien esperaba sentada una canción que la hiciera cerrar la noche diciendo woooo. Pero fui yo la que gritó wooo, cuando comenzó a sonar “Corazón”… “Yo no sé que me pasa cuando estoy con vos…”.

“Pero cómo, ¿no la conoces? Es una de mis canciones favoritas”, le dije. "No, no la conozco y acabo de darme cuenta de que tienes un lado muy guachaca", respondió Bárbara al descubrir mi debilidad por la cumbia, que después de “Los Auténticos Decadentes”, siguió con “Que nadie se entere” de “La Noche”.

Todos tenemos derecho a tener nuestro "Lado B", ¿o no? Y el mío no es precisamente VIP, es cumbianchero.


domingo, julio 19, 2009

Viviendo en la brecha


Paloma y Myriam 1978
Cargado originalmente por paloma.cl
Camila nació el 15 de febrero de 1996 en Santiago. Beny nació el 29 de diciembre de 1922 en Vilna (Lituania). Camila es hija de mi amigo Carlos Verdugo y Beny es mi abuelo materno. En menos de 24 horas ellos me han mostrado dos visiones muy distintas sobre la forma en que las personas nos relacionamos con la tecnología y ambas son sorprendentes para mí.

Mi abuelo usa el computador para jugar naipes y, este año, aprendió a ver las noticias en el New York Times, El País de España y el Jerusalem Post. El uso del correo electrónico le resulta demasiado complicado -tanto como utilizar un celular o el reproductor de DVD- pero muestra interés cuando le hablo de cosas como Twitter o Skype. Beny creció en la época de la radio y de las vitrolas, ya más grande tuvo un toca discos, televisión y, a fines de los '60, una línea telefónica que compartía con otra familia de la misma cuadra en el barrio de Pedro de Valdivia Norte. Cuando yo tenía unos 7 años, él me trajo de Estados Unidos un Walkman, y mi papá me enseñó a grabar cosas de la radio. Pasaba horas sentada escuchando y esperando a que pusieran las canciones que me gustaban para poder grabarlas y, a veces, llamaba a las emisoras para pedir "temas" y cuando no me sabía el nombre, se las tarareaba al radiocontrolador. Cuánta nostalgia.

Desde entonces mi vida tuvo en cada momento una banda sonora especial. Por primera vez en la hostoria del hombre era posible llevar los sonidos que uno quisiera, donde uno quisiera, para disfrutarlos de forma individual y, en los últimos años, han aparecido muchos otras tecnologías que permiten experiencias tanto o más revolucionarias que esa. Me gustaría estar dentro de la mente de mi abuelo y saber qué es exactamente lo que piensa cuando nos ve a mis hermanos y a mí mirando videos en YouTube, chateando o "visitando" virtualmente las decenas de ciudades que él visitó de verdad. Él dice que en parte es como ciencia ficción, pero sé que sus reflexiones son mucho más complejas que eso. "Mira, imaginemos a Napoleón, lo tenemos como un gran personaje a principios del siglo XIX, si lo hubiésemos llevado 1800 años antes, al Imperio Romano, de seguro no le resultaría muy difícil adaptarse, pero si lo traemos sólo 200 años más adelante, a la época actual, se volvería loco con tantas cosas: el auto, el ferrocarril, la televisión, el teléfono, las computadoras. Yo ví al hombre llegar a la luna, creo que por eso no me sorprendo tanto con los avances. Si fuera más joven aprendería a usar todas estas cosas que tu usas, pero estoy cansado", me dijo cuando le insistí sobre el tema por teléfono.


Camila vive en el mismo barrio donde mi abuelo crío a sus hijos, Pedro Valdivia Norte, pero ella vive el lugar con la música puesta en el cuerpo. Creció escuchando canciones en CDs, en el computador y en dispositivos móviles. En el living de su casa hay una radio con cassettera, pero sus papás nunca le explicaron para que servía y ella nunca se interesó en averiguar. Por estos días el Walkman cumple 30 años y un par de personas de la radio Rock&Pop y el diario El Mercurio la contactaron para prestarle un par de días un "pérsonal estéreo" y conocer sus reflexiones al respecto. "Como yo ocupo iPod, no sabía con que me iba a topar... Lo primero que me llamó la atención es que lo encontré grande y pesado. Después me fijé que no tenía pantalla, USB ni nada para cargarlo en el computador. Me pasaron el Cassette (que menos mal que tenía Jonas, Tokio Hotel, Reggaeton, etc.) y me equivoqué varias veces antes de poder ponerlo bien. Cuando empecé a escuchar el cassette me fijé que había un zumbido constante, y me explicaron que era la cinta corriendo... Lo que me pareció raro, era que se ponía mas lento y mas grave, y mis papás me dijeron que era por que se estaban acabando las pilas. Fui a ponerle pilas y hubo una graaan diferencia. También vi que tenia botón para adelantar, pero no para retroceder, así que tuve que sacar el cassette y darle vuelta con mis uñas. Anoche me dediqué en averiguar qué canciones tenía, y todas muuy buenas :D", cuenta en su blog.

Tanto para Camila como para muchos que han nacido después de ella, la tecnología es algo que está, algo con lo que crecen, no es algo que hay que aprender. La tecnología es para ellos como echar a correr la llave del agua y beber. Para Beny y muchos otros que no crecieron con los nuevos avances tecnológicos en el cuerpo, se requiere mucha energía para entender e incorporar las nuevas herramientas, pero lo más importante, se requiere responder a una pregunta que puede ser escalofriante: ¿por dónde parto?

En lo personal, cada vez me da más miedo desconectarme, perderme de algo, quedarme dormida y despertar al día siguiente sin entender nada, en un mundo con nuevos códigos, con nuevas herramientas y prácticas. Imagino que es la pesadilla de quienes sin ser nativos digitales navegamos en contextos creados por y para ellos.

También vivo maravillándome cada día con nuevas cosas, pero quisiera no perder la capacidad de asombro que me da el hecho de haber crecido en un tiempo mucho más analógico y, por qué no decirlo, mucho más romántico.

domingo, julio 05, 2009

¿Para qué uso Twitter?


Aunque comencé con esto en abril de 2007, recién hace algunos meses Twitter se ha hecho más popular en Chile y cada vez más seguido me toca explicar qué es y para qué lo uso.

No es fácil hacerlo, puesto que es una herramienta que realmente cobra sentido si le encuentras una utilidad en tu contexto laboral o social. Tampoco me estoy explicando bien ¿cierto?

Confieso que para este post me he inspirado en las palabras de Enrique Dans, muchas de las cuales hago mías, he incluso concluyo esta historia con un párrafo que he robado de su blog.

Partamos diciendo que Twitter es una red social de microblogging, que sirve para decir qué es lo que estás haciendo ahora, y tienes que hacerlo sólo en 140 caracteres.

Pero no sólo lo uso para eso, sino también para compartir cosas que encuentro en la red que me parecen interesantes, divertidas, útiles o sorprendentes. Otras veces repito cosas que han dicho otros y me parecen dignas de ser compartidas o, simplemente, pienso “en voz alta” compartiendo mis propios pensamientos y opiniones.

El verbo que se repite, señoras y señores, es COMPARTIR. Aclaremos que en esto de la “web 2.0” una premisa básica es no usar las herramientas como un micrófono, sino como un audífono… y, bueno, conversar. Porque estamos en la era de la conversación, donde lo importante es comunicar + compartir + colaborar. Y Twitter es ideal para esto.

Por eso, sigo a personas cuya opinión me interesa, o que tengo algún interés por saber lo que están haciendo. En mi lista hay principalmente amigos de toda la vida, referentes del “mundo-web” local y mundial y personajes públicos.

“Actualizar no me quita prácticamente nada de tiempo: escribir un máximo de 140 caracteres en una aplicación tan rápida como GTalk es algo que no lleva ni un minuto, pero que a cambio me permite saber lo que están haciendo personas que me interesan, o entablar conversaciones interesantes. La sensación de proximidad con mis amigos es impresionante… es como una especie de conexión permanente que me encanta. Con el tiempo y el uso, hasta me he acostumbrado a cosas tan divertidas como comentar que estoy viajando a una ciudad que no conozco, y encontrarme con recomendaciones de personas de mi red sobre sitios para comer o visitar, una especie de guía turística completamente personalizada y vinculada a personas conocidas que es un verdadero gustazo. Realmente, el microblogging ha llegado a ser una parte ya bastante integrada en mi vida normal: lo que algunos solo justifican como una extravagancia o una demostración de frikismo, para mí se ha consolidado ya como algo que echaría mucho de menos si por la razón que fuese lo tuviese que dejar de hacer”. (Enrique Dans)

Amén!

jueves, junio 25, 2009

Con los chicos usando OOVOO


Con los chicos usando oovoo
Cargado originalmente por paloma.cl
Ayer con algunos amigos-volunatrios de Twitter probamos esta aplicación que es GRATIS y sirve para realizar video conferencias de hasta 6 personas. Incluso permite grabar las sesiones.

También hay una versión pagada que permite, entre otras cosas, introducir un código en cualquier sitio para que todos los que quieran puedan seguir la conferencia en tiempo real.

100% recomendada.

El link para descargar la aplicación es www.oovoo.com

martes, junio 23, 2009

10 Consejos para conseguir más seguidores en Twitter


Para celebrar el hecho de haber sobrepasado los 2000 seguidores en Twitter (www.twitter.com/paloma), les dejo a todos ustedes estos datos que, por lo menos a mí, me han servido para que más gente me siga en Twitter.

Ahora ustedes tienen que decidir si quieren tener tanta gente “escuchando” lo que dicen y para qué les puede servir eso. (Hay pistas en el post anterior).

1.- Escribe posts que sean entretenidos y/o interesantes más que para ti mismo y tus amigos. Tienes que pensar que sean cosas: divertidas, útiles, llamativas, al menos para varias personas.

2.- No postees demasiadas cosas cotidianas, como “Levantándome, hola Twitter!”; “Llegué a la oficina”; “Comiendo pan con jamón”. Ese tipo de textos no son muy interesantes, a menos que le pongas una cuota de humor. Por ejemplo: “Ahora comienzo a enchularme para ir a una cena de beneficencia. OMG me estoy convirtiendo en mi abuela!”

3.- Es ideal postear todos los días, pero si no puedes hacerlo o no “te nace”, hazlo al menos unos tres días a la semana.

4.- A menos que estés escribiendo los pormenores de un evento en vivo, no postees más de tres cosas seguidas. (Eso me lo tengo que decir a mí... "En casa de herrero...").

5.- Es recomendable compartir enlaces de cosas interesantes al menos en 1/4 de tus posteos, pueden ser sobre tu propio trabajo, otros blogs, herramientas web, videos de Youtube, tips, noticias, etc. y citar a otros twitteros a través de ReTwitts (se antepone RT al nombre de la persona, por ejemplo "RT @luchoahumada hace un tiempo nos llamaron para cotizar si ese servicio lo teniamos... matrimonios online!"). A los twitteros también les gustan las listas, como “5 formas de encontrar al hombre de tu vida”, y también los “How to”, es decir, cómo hacer tal cosa o tal otra. El tema es entregar elementos de valor.

6.- Mirar cuáles son los hashtag (temas que se destacan anteponiendo #, por ejemplo #IranElection) más importantes del día en Twitter, y si tienes algo interesante que decir respecto de alguno de ellos, incluye esa palabra en alguno en tus posteos, pero de forma inteligente y/o original. También usa los hashtags para hablar de cosas que te interesen o eventos a los que asistas. Puedes incluso inventar tus propias categorías.

7.- Relata los aspectos destacados de un evento en directo, como un recital, una conferencia o un partido de fútbol. Pero, ojo, no escribas sólo cosas como “Voy entrando a una reunión con Obama”, queremos que nos cuentes qué es lo que está pasando en la reunión.

8.- En tu perfil pon un link que permita saber más sobre ti. Puede ser un enlace a tu blog, a tu Linkedin, Facebook o Google Profile. Además, es bueno atreverse a diseñar un fondo propio para Twitter y aprovechar los espacios laterales para poner algo entretenido, datos sobre las cosas que te gustan o los servicios que ofreces.

9.- Pon el link de tu Twitter en tu blog y en otros sitios y redes sociales, como Linkedin o Google Profile. Lleva Twitter a tu vida real, comentándole a la gente que tienes Twitter, explicando lo que es, y poniendo el URL de tu Twitter en tu tarjeta de presentación.

10.- Sé tú mismo y disfruta :)

¡Buena suerte!

Paloma

domingo, junio 21, 2009

El poder de Twitter en las empresas


Aunque en Chile, y en buena parte de Latinoamérica, aún las empresas e instituciones no entienden muy bien cuán importante es darse a conocer y escuchar a sus clientes en el mundo de las redes sociales, creo fundamental comenzar a introducir el tema.

Hace mucho que me di cuenta de que mis discursos en lo referente a la comunicación en el ámbito de las nuevas tecnologías tienen el tono de una prédica, por lo que asumí que mi rol en todo esto es, principalmente, evangelizar. Por eso quiero hacer una reflexión basándome en un artículo muy interesante que será publicado en Julio por la revista Website y que fue escrito por Kalena Jordan, experta en SEO (Optimización en Motores de Búsqueda), quien ha tenido la generosidad de compartir el documento anticipadamente en su blog y en otros medios online.

En los países desarrollados el uso de Twitter se está convirtiendo en un estándar, pero aún muchas personas, empresas e instituciones, lo ven como una forma de perder el tiempo. Bueno, son los mismos que hace 10 años no entendían la importancia de tener email, o hace 5, se burlaban de los blogs, considerándolos unos simples diarios de vida.

Kalena Jordan explica que hoy altos ejecutivos de las más importantes empresas están usando Twitter como un elemento para fortalecer sus marcas y mejorar la comunicación con sus clientes. De hecho, ya es posible encontrar Twitters de importantes compañías como Amazon, BestBuy, Dell, DunkinDonuts, Starbucks y Kodak, entre otras.

Sin ir más lejos, en Chile, el sector del retail ha sido uno de los primeros en adelantarse usando Twitter como una forma de branding. Almacenes París, Ripley, Unimarc, Jumbo, Sodimac, Tottus, Falabella, son algunos de los que han visto el potencial de la herramienta, aunque para mi gusto, aún no le han sacado el provecho suficiente.

Cuando hice la pregunta vía Twitter, mis contactos también quisieron destacar la presencia de Entel, Movistar, VTR, Cinemark, Codelco y Banco de Chile. A lo que se suma esta lista de empresas y organizaciones.

(Gracias a @yinosanchez, @carolapino, @Catralita, @pilarpedrosa, @rodferrada, @_Sammael, @magneversaydie, @chamullo, @ticnamar, @joanmontt, @santiagocavanna, @albertonovoa, @edisonduran, @lhernandezh y @atartako, por ayudarme con el crowdsourcing).

Para los que aún no entienden hacia dónde va el buque, los que no comprenden ¿por qué las compañías deberían usar Twitter? Kalena Jordan responde: “Porque las empresas saben que la conversación es poderosa, porque Twitter es en este momento una herramienta de persuasión y, finalmente, porque Twitter es donde las conversaciones están ocurriendo”.

Según Nielsen, Twitter es el sitio de comunidades que más está creciendo en la web. Sólo en el último año ha experimentado un crecimiento de 1382% y, a diferencia de otras redes sociales, que tienen un público objetivo más joven, la mayoría de los usuarios de Twitter tiene entre 35 y 49 años.

Si bien hace un buen rato la web ha permitido a las empresas explorar nuevos mercados y oportunidades de negocio, Twitter les permite conectarse en tiempo real con clientes y potenciales clientes, lo que significa tener entre manos una herramienta publicitaria muy eficaz y la posibilidad de encontrar oportunidades incomparables.

Kalena Jordan explica que las compañías que usan Twitter de forma exitosa, lo están empleando principalmente para interactuar con los clientes, fortalecer marcas, atraer tráfico a sus sitios web, anunciar nuevos productos y servicios.

Agrega que hay otros factores importantes que aún no están siendo aprovechados, como la posibilidad de usar la herramienta para potenciar la reputación de la empresa, su posicionamiento en los motores de búsqueda y, por qué no, como una forma de hacer las cosas de manera más entretenida.

En lo personal, a las empresas que me consultan sobre cómo usar Twitter para sus marcas, siempre les recomiendo elaborar un plan estratégico que sea acorde con ciertos objetivos, pero siempre, siempre aconsejo como algo fundamental que se note que hay una persona detrás, que al mismo tiempo que manejarse de acuerdo a una política de respuestas, de una sensación de vida a la herramienta.

Con esto, como señala Kalena Jordan, Twitter genera una presencia de la marca en la vida real, permitiendo una mejor comunicación y atención a los clientes, ya sea resolviendo dudas y problemas o recibiendo aportes, felicitaciones o reclamos. Lo importante es el valor que entrega a las empresas la posibilidad de abrir un diálogo con los clientes, ya sea a través de un blog, emails o Twitter.

Al igual que con los blogs, la presencia en Twitter requiere de un cuidado constante y para hacer de la herramienta un canal efectivo, dicha presencia debe comprometer la comunicación de ida y vuelta. No se trata de ver en Twitter un micrófono para promocionar ofertas y productos, hay que usarlo como audífono. Muchas veces es mejor quedarse callados para escuchar lo que los clientes piden y poder ayudarlos de verdad. También se necesita un nivel de transparencia y perseverancia que la mayoría de las empresas no están acostumbradas a emplear en sus esfuerzos de marketing. Además, se requiere de humildad para aceptar nuevas ideas y entender los beneficios de la co-creación con los clientes.

Como dije anteriormente, muy pocas empresas en Latinoamérica están entendiendo la importancia de usar las herramientas de la web social. Hay sólo un argumento para convencer a los gerentes de esas compañías: si usted no es el primero en conversar con sus clientes, su competencia lo hará.

jueves, junio 18, 2009

Jay Adelson, CEO de DIGG en Paloma TV



Entrevista realizada por Paloma Baytelman a Jay Adelson en la ExpoWeb 2.0 NYC, Septiembre de 2008 Cámara: Francisca Varela (www.loudwords.cl) Una producción de Paloma Baytelman - 2009

domingo, mayo 31, 2009

Buenos Aires en la Piel


Desde la ventana de Lidia
Cargado originalmente por paloma.cl
Qué pasa si un día estás en una ciudad que no es la tuya y te da por caminar y haces sólo eso, caminas y caminas, hasta que te sientes cómodo y comienzas a entender la estructura del mapa urbano, jamás como un nativo del lugar, pero algo en la sangre te comienza a hacer sentir en casa.

Una semana en Buenos Aires. A las pocas horas mis zapatos se habituaron al terreno conocido.

Los taxistas creen conocerlo todo. “Sabe cuántos restaurantes hay en Buenos Aires… 8500”, me dice uno. Otro pregunta “Sabe cuántas calles hay en Buenos Aires… 12000”. Parece que a los taxistas bonaerenses les encanta contar cosas.

En el Museo Malba vi a Valeria Mazza, quien se mostró abierta a participar en “Paloma TV”, hasta que al ver la cámara entendió que el tema era con imágenes y se excusó de aparecer. Linda ella, más linda que en la tele o que en las revistas.

Más allá el cielo azul, siempre azul en contraste con nuestro firmamento santiaguino de permanente smog.

El frío se siente distinto en Buenos Aires. Sólo un día de lluvia y el resto ese azul me acompañó, con un sol que hace olvidar el frío y que me hizo caminar por el puerto como una turista nórdica en mangas de polera.

Los restaurantes de tantas veces, los amigos, las compras, los volveres…

Pocas cosas me parecieron ajenas esta vez, hasta las historias antiguas se volvieron un hecho bello y cotidiano. Todo tan simple, al ritmo de esa banda sonora de boleros, tangos y una nueva música mágica que nunca dejó de sonar.

lunes, mayo 04, 2009

El beso culpable


people & escalators
Cargado originalmente por jianyuan
El viernes 1 de mayo, Santiago parecía una ciudad desierta. La mayoría de los comercios cerrados y muy poca gente en las calles. Pensé que toda la población había abandonado la ciudad por el fin de semana largo, pero no era así.

“La gente se desespera cuando por un día cierran los malls y en cuanto vuelven a abrir cientos de personas corren allí, llamadas por la desesperación y el hambre de consumo”, me explicó muy sabiamente el “Sr. H” cuando le conté lo impresionada que estaba con la muchedumbre que había el sábado por la tarde en el Parque Arauco.

Yo también fui en afán de consumo temporada otoño-invierno, cumpleaños mamá y casa nueva. Siempre hay buenos motivos cuando a uno le baja la compradora-compulsiva-reprimida que lleva dentro.

Pero lo que más me impresionó no fue el mar humano, sino el hecho de que era como estar en la Torre de Babel. Al menos un cuarto de las personas que repletaban el lugar eran extranjeros: brasileños, rusos, alemanes, franceses, italianos, argentinos, estadounidenses, etcétera, etcétera. Todos comprando como si el mundo se fuera a acabar.

Por un momento pensé que tal vez muchos de ellos eran turistas que habían tenido que suspender vacaciones en México y que en las respectivas agencias de viajes los habían “engrupido” con que Chile era un país tropical, con playas de aguas cálidas y transparentes.

Estaba yo en este desvarío mientras iba subiendo por una escalera mecánica del mall. Detrás de mí subió una pareja, los miré de reojo y escuché sus acentos. Él, extranjero anglosajón de quién sabe donde, unos cincuentaytantos, muy buen mozo, alto y atlético. Ella, chilena, en los tempranos 30, alta, morena, bastante guapa pero de poca elegancia. “Claramente se conocieron por Internet”, pensé al tiempo que daba vuelta mi cabeza con descaro para observarlos. Fue entonces que me encontré con la mirada del tipo clavada en mi trasero, mientras la chica miraba distraída los percheros del piso de abajo.

Hay que decir, señoras y señores, que la genética me dio unas caderas de grandes proporciones, medidas que el hombre estaba analizando con descaro cuando lo descubrí.
Al segundo el forastero levantó los ojos y se dio cuenta de que yo lo había descubierto. Inmediatamente llamó por el nombre a su enamorada, ella se dio vuelta y él le plantó un beso apasionado. “Ay, que rico mi amor”, dijo ella sorprendida.

Eso es lo que yo llamo un beso culpable. Ese que se da para aplacar los malos pensamientos o, en este caso, haber sido pescado in fraganti en un comportamiento “cara de raja”, término que en esta ocasión podríamos utilizar de forma literal.

Deduje entonces que hay cosas que nos dan cuenta de la homogeneidad del mundo globalizado: el hambre de consumo de bienes y la observación participante.

jueves, abril 23, 2009

Mi amor, yo la conozco a usted


Mercado
Cargado originalmente por csaavedra
Mi último objeto de deseo son unos canastos cuadrados con tela por dentro y, en mi afán por conseguirlos a un mejor precio, partí a la calle Rosas a ver si los encontraba. Nada. Puros canastos tipo Caperucita o Conejo y sus huevos de chocolate.

“Cruce el río, después La Vega Chica, ahí está el Baratillo”, me recomendó una vendedora al ver mi cara de síndrome de privación dado mi fracaso en la búsqueda del canasto perfecto.

No sé cómo, si he estado tantas veces en el Puente Los Carros, La Vega Chica y en La Vega propiamente tal, nunca, nunca había pisado El Baratillo, un lugar que parecía sacado del Chile de los ’80. Un lugar de antes de los celulares, de la tele por cable, antes de la globalización y, por cierto, mucho antes de Internet. Si era como estar en una locación de alguna teleserie como Torre 10. Un viaje en el tiempo.

Tampoco encontré allí el canasto en cuestión, pero la visita valió la pena y más la pena valió la vuelta.

Decidí cortar camino pasando por dentro del Mercado Central. “Mi amor, yo la conozco a usted”, me dijo uno de los vendedores de pescado, y me lo dijo con tal seguridad y con tal capacidad de convencimiento, que me di vuelta, lo quedé mirando fijo y hasta le encontré cara de “sí, parece que nos conocemos”.

Cuando atravesaba esos segundos en que trataba de entender en qué capítulo de mi vida había actuado este sujeto, el hombre continuó… “Mi amor, yo la conozco a usted… usted se llama Juana”.

Me reí con una carcajada de las buenas, le dije ahora con total seguridad que no me llamo Juana, di media vuelta y comencé a caminar hacia la calle. “Pero si usted se llama Juana y fue mi polola”, aseguró quebrando su coartada perfecta para dejar entrever un piropo de feriante que sus colegas aplaudieron.

“Wena pu’ Lalo, casi te resulta, pa’ la otra dile que se llama María o Marta a ver si le achuntai y te resulta”.

Salí muerta de risa y satisfacción por haber sido víctima de un piropo elaborado y tan chileno como una locación de puestos de mimbre al otro lado del Río Mapocho.

lunes, abril 20, 2009

No Soy Delincuente: La primera batalla por los usos justos es contigo


Por Claudio Ruiz

La campaña por un Trato Justo Para Todos, unida a la campaña primo-hermana No Soy Delincuente, han pretendido enfatizar la importancia de los —hasta ahora injustamente ignorados por la ley— derechos de todos nosotros como usuarios-consumidores-creadores de obras intelectuales.

De posicionar la idea que cuando se trata de derechos de autor, no sólo los artistas tienen algo que decir, sino que también los profesores, los bibliotecarios, los estudiantes y los bloggers. Todos nosotros.

Hoy nos encontramos en un estado crítico, posiblemente ante la primera de las grandes batallas que como sociedad vamos a tener que dar por una ley más justa.

El próximo lunes 27 de Abril sesiona por segunda vez en el año la Comisión que está estudiando el proyecto de ley en el Senado. Y en esta sesión decidirán si sigue o no adelante la indicación 123 y 124 hecha por los senadores Núñez, Ominami, Naranjo, Navarro y Bianchi, que pretende dejar de criminalizar los usos privados no comerciales de obras protegidas.

Que pretende dejar de considerar ilegal, entre otras cosas, que usted pase a MP3 ese hermoso disco de Laura Pausini que tantos recuerdos le trae. En otras palabras, que la ley deje de considerarnos a todos delincuentes.

Llegó la hora de hacer algo. Lo que te propongo te tomará sólo algunos minutos, pero puede hacer la diferencia entre tener o no una ley que te considere delincuente. El objetivo, que quede claro, es llegar a los Senadores que tienen que decidir el próximo Lunes. El martes puede ser demasiado tarde.

Son sólo 3 pasos:
1. TOMARSE UNA FOTO. Que te tomes una foto con este cartel de la forma que quieras (webcam, celular, lo que sea) y la envíes al mail mail@nosoydelincuente.cl o, mucho mejor, la subas a tu flickr con el tag ‘nosoydelincuente

2. ENVIAR UN MAIL. Sí, que envíes esta carta que hemos preparado a través de tu correo personal a todos los senadores que puedas, pero si estás corto de tiempo a los que se nombran aquí (que son quienes van a votar el lunes).

3. DIFUNDIR. Publicar no sólo la foto, sino que también contar en tu blog, en tu trabajo, a tus amigos o a tu pololo o polola que esto es importante y que es un asunto que nos compete a todos. Esta, tal vez, es la parte fundamental.

Si necesitas más información sobre el proyecto de ley, sabes donde encontrarla. De alguna forma, el que tengamos una ley que hoy nos considera a todos delincuentes se explica porque no se nos escucha. Pero la única manera de ser escuchados es hacer algo. Esa es la invitación. Y esto sólo está comenzando.

Links:
- No Soy Delincuente
- Trato Justo Para Todos