lunes, noviembre 21, 2005

Experimento: Mi Vida Sin Tele



Datos preliminares: desde pequeña fui buena para ver tele, aparato que ha sido como una droga para mí, por el nivel de evasión que me entrega. Puedo estar horas frente a esa caja viendo desde programas muy serios, hasta dibujos animados, pasando por espacios de manualidades, películas románticas, canales de música, biografías, telenovelas, noticiarios, etcétera, etcétera.

Y, muchas veces, cuando estoy viendo tele nada más existe en el mundo, porque yo estoy ahí, dentro de la pantalla, viviendo y sintiendo todo lo que pasa. Algo así como una enajenación experiencial.

Aunque en la época del colegio tenía un pequeño televisor en blanco y negro con manilla para cambiar los canales, con el paso de los años me he puesto más cómoda. Tanto ha sido mi apego al control remoto que me siento una afortunada por no haber adquirido lo que Safura Abdool Karim describió como el “pulgar de PlayStation”. Sin duda, desarrollé condiciones destacadas y una gran resistencia para este deporte. Y llegué a estar en las ligas mayores.

Hace dos semanas estoy viviendo sin televisión. El experimento no comenzó como algo voluntario, sino que la máquina se echó a perder. Renunció a su vida útil. Entonces, en lugar de reemplazarla, de comprar un último modelo, probar pantallas planas, pantallas gordas, o lo que sea, decidí adoptar una actitud estoica, rechazar (por el momento) la tentación que significó el amable ofrecimiento de la Liú y probar cómo es mi vida sin tele.

¿Qué les puedo decir? Ha sido duro, pero estoy sobreviviendo. A veces me descubro sentada en la punta de mi cama mirándola con nostalgia, como si estuviera encendida y los colores brotaran de ella, pero sé que todo está en mi imaginación, que sigue mala, que está desenchufada. En otros momentos, para aplacar la angustia tomo el control remoto y hago como que la enciendo y cambio los canales. Me siento mucho mejor, créanme. Pienso que es como cuando la gente intenta dejar de fumar y se pone cigarrillos apagados en la boca y bota humo imaginario.

Mi abstinencia no ha sido absoluta, debo confesarlo. A mediodía, en el casino donde almuerzo, mi atención escapa a las historias de mis compañeros de mesa, los ojos se fijan en la tele que está en una esquina del lugar y me evado por algunos minutos en un pasaje de una novela mexicana, cuya historia no entiendo, pero eso es lo de menos; en el metro se me han pasado algunos trenes por quedarme pegada mirando las pantallas que cuelgan en las estaciones, donde pasan noticias y videos musicales; en la Bienal de VideoArte, estuve más de una hora acostada en una instalación, que consistía en una cama con un monitor sobre ella, mientras que la fila de gente que esperaba probarla era cada vez más larga. Además, creo que varios de mis amigos ya no me quieren, porque en actos compulsivos he apagado un par de televisores en casa ajenas; eso lo hago cuando me descubro en estado catatónico o escucho que alguien repite una pregunta a la que no respondí por estar pegada a la pantalla.

Dentro de lo positivo puedo decir que he vuelto a leer con devoción, me estoy aprendiendo nuevamente las frecuencias de las radioemisoras que más me gustan, he redescubierto el living de mi casa y estoy conociendo más el barrio y la ciudad. También volví a ir a museos, a cumpleaños de amigos, a juntarme para conversar un café… Pese a los beneficios, esto ha sido duro, pero se los prometo: seguiré en la lucha.

Recen por mí.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece excelente idea. Sé qeu debe ser re duro y que debe tomar un arduo trabajo, pero es más que seguro que se logra.
Ahora, tampoco se trata de algo eterno... luego de que tu vida se vuelva un poco menos dependiente cabe la posibilidad de volver a ver algo de TV, por lo menos las noticias, no??.
Saludos! y si de consuelo sirve, yo no veo tele hasta que salga de vacaciones-vacaciones. Y he descuberto que los libros son re entretenidos (los que no son de materias, claro) y que había un par de compendios medios olvidados en mis repisas llenas de polvo.
Matt.-

Anónimo dijo...

Me lo dices a mí... TveO o no Tvo? buen paso... Yo fui el culpable de la quema del televisor.... jejejejeje... Salía humo por todos lados, como si allí, en ese televisor, estuviese el mismísimo infierno. Se expiaron pecados, males, conjuros, como en un saumerio.
¿Alguien me explica cómo carajo puse un cable de 110v en uno de 220 y viceversa?
Le hice un bien a esta muchacha a quien, en otros tiempos, llamé Tevita de ternura
Salud!
Triunfará... Triunfaremos!

Anónimo dijo...

Me hiciste reir, nunca me habia imaginado sin televisión, lo que mas gusto fue tu versatilidad para ver un ratito de tele, te deseo que sea leve estos dias de abstinencia por mientras rezaremos por que pronto te regresen ese caho de vida.

Anónimo dijo...

yo a veces y no se porqué chucha, cuando estoy jugando en el computador o tirado en mi cama haciendo cualquier wea, prendo la tele pa que la wea este ahí sonando sin tomarle atención... la tele esta en nuestro diario vivir y uno no va a ser mas estúpido o dejar de ser inteligente por verla... piérdele el mieod a eso, lo de la "estúpida cajita regtángular" es solo un mito... hay ene gente súper inteligente trabajando en la tele (ok.haciendo.programas.de.mierda) que viven de ella. tal cuel como nosotros no podemos vivir sin ella... da lo mismo cuanta tele veamos al día, da lo mismo, seguiremos siendo los mismos... ni peores ni mejores

Anónimo dijo...

Yo no soy muy aficionado a la tele, a veces veo el resumen de las noticias (No tengo paciencia para shutarme todo el noticiario), una buena pelicula o alguna serie de esas que ponen una vez por semana.

Anónimo dijo...

Bueno si hablamos de problemas yo creo que la tele no es un problema realmente importante, siempre estara aunque no quieran aceptarlo, y no lo nieguen...nos hace feliz, el verdadero problema son ls palomas, sewres malignos que vienen unicamente para devorar nuesstro intelecto y destruir nuestros sueños, casi casiiiiiii como los pinguinos que raptan niños....buebo es m opinion...solo una cosa mas....no me peguen-!!!!!

Anónimo dijo...

Así sea

Anónimo dijo...

La tele es el peor enemigo de la lectura... a salvar los libros entonces

Anónimo dijo...

La ultima vez que se murio una tele fue un día de invierno. Yo estaba viendo la tele en la mañana y de repente esta se apagó y hasta le salió humito. Yo me quede un rato mirandola por si se arrepentia, pero no fue asi. Estuve como dos meses sin tele y féliz. Es una buena liberación. Ahora la veo muy poco, no logro enganchar con ella.

Anónimo dijo...

Me huele a síndrome de deprivación???? Siempre se puede vivir sin esos aparatos; antes de venir yo veía televisión y me gustaba no mucha pero lo suficiente para echarla de menos... me acostumbre, después de un tiempo a no quererla, si, me volví infial al aparato y si ahora tuviera televisión en espanhol creo que me sentiría perdiendo el tiempo (y en alemán entiendo poco asi es que no veo!!!) un abrazo negrita

Anónimo dijo...

Bienvenida al club, Palomi. Yo ya llevo entre 4 y 5 años en las mismas... :D y feliz.

Anónimo dijo...

Wow, me senti totalmente identificado con la primera parte, y resulta que el año que viene me voy a vivir a capital... donde pretendo seguir tu experimento.

Por lo que leí, tu experiencia no es tan grata, mas que todo porque no tuviste elección, pero yo bajo conciencia voy a experimentarlo y espero tener buenos frutos. Espero que asi sea...

Por cierto, el ultimo capitulo de los Simpson fue pura magia!

Anónimo dijo...

nada en absoluto, de aparato sin importancia,nada.
os parece poca la manipulación sistemática a la que nos somete a diario? no hay mayor mounstruo aliado de la globalización.que otro aparato ha logrado que en todos los paises en la que está presente, se meriende lo mismo?(por ejemplo huevos kinder...)que es lo que marca la moda, la manera de besar, las expresiones cotidianas y el estilo de vida(consumista,tras el bombardeo contínuo de publicidad-exito social)
por otra parte me parece paralizante de las relaciones sociales; da compañía a la gente y hace que siga siendo solitaria....incluso rompe las relaciones básicas familiares ya que cuando la tele está encendida, los demas, callan...
los telediarios eligen con vista las noticias que son mas sensacionalistas, y así escojen entre milllones de acontecimientos que suceden a diario.. ademas las cadenas son propiedad de grandes compañias, contra las que nunca criticaran...
lo que la tele dice no se discute, nos lo creemos directamente ya que el cerebro no distingue bien entre las imágenes y la realidad( por eso nos emocionamos con las películas).
nos muestra gente que es deseada con lo que al vernos en el espejo nos gustamos menos..
al tele está en todas partes y yo ya he visto bastante, con un promedio de 3horas al día, en toda tu vida la verás durante años...yo no paso por ahí, mi cuota de tele ya la he copado. allá cada uno/a.la vida es mucho mas.me manipulan lo justo.

Voss dijo...

excelente relato de tu experiencia, en lo personal, yo siempre me declaré en contra de cualquier cosa que me pareciera una perdida de tiempo, dígase drogas, fumar, beber rutinariamente. Amaba la diversidad de actividades, esa era mi apueta filosófica por aprender de la vida, sin embargo, hoy tengo que aceptar que mi época me dio la droga que me haría débil. El internet, crecí sin él, no tuve PC en mi casa hasta los 17 años, una P 3.1, cuando ya todo mundo tenia windows 98. Luego a los 19 por fin una windows 98 con internet. Pero luego mude de ciudad y volví a depender de cafes internet y demás para poder hacer mis trabajos escolares. Eran buenos tiempos. hace 6 años que puedo tener lap top propia y desde ahi para aca, se acabó mi lectura osada, mi explorar la ciudad, mi conocer gente nueva, como si acabara de llegar de la nada. Y desde hace tiempo quiero experimentar con algo parecido a tu caso con la TV, aunque, sinceramente (ya se que es justificación de adicto) no veo como en estos tiempos pueda despegarme de internet. Algún consejo? podrías ser por twitter soy voss230, SALUDOS GRACIAS POR COMPARTIR TUS ESCRITOS.