miércoles, abril 26, 2006

El juego

Yo pongo una palabra y tú eliges otra, vas formando significados con ocho letras que sólo tú ves. Entonces armas, cuentas los puntos y vuelves a rellenar el tablero.

Así me entretuve la otra noche con una amiga mientras jugábamos “Dilema” en su casa. Sonó el teléfono, ella se paró y estuvo un largo rato hablando con su hermana que vive en Canadá. Mientras tanto, yo me dediqué a analizar mis posibilidades con mayor detención.

Las palabras estaban allí y, aunque el destino guía, uno es el que elige, el que decide cómo va a armar el juego, qué camino va a tomar.

Entonces veo que así es en muchos sentidos la vida, tenemos las piezas y el azar, pero uno debe ir armando y decidiendo. Nada y todo se gana, nada y todo se pierde.

Para mí los puntos de este juego tienen que ver con la felicidad, con la risa, con el disfrute propio y el de los que me rodean. Así es mi juego y en este momento vuelvo a poner las letras, que esta vez dicen que es hora de llevar los ojos de vuelta a la calle, enfrentar los dilemas y ver cómo me va.

Es un juego y es la vida… y me encanta jugar.

lunes, abril 10, 2006

Escala técnica

Como dice Woody Allen en una de sus películas… Estoy “out of focus”… Todo se ve bien, pero yo luzco desenfocada en la escena. Entonces paro.

Estoy en una escala técnica tratando de conectar lo que pienso con los que siento, las alegrías con las penas. Es decir, no estoy en la calle, estoy enfocándome desde dentro para salir hacia fuera (subir para arriba, bajar para abajo, “maltergiversarme” y todas esas cosas). Y parece que este ajuste se demora un rato.

Típico de los productos chinos, que cada cierto tiempo viene una partida defectuosa… Estos aparatos raros son de seguro más encantadores, pero se desenfocan cada cierto tiempo y en eso estoy, porque soy un producto chino… si no me creen pueden preguntarle a mi madre, porque ella tiene la mitad de la culpa (ya hablé de eso)…Es como las cámaras fotográficas de los teléfonos, que sacan fotos malas, pero al final igual las quieres…

lunes, abril 03, 2006

Nada se pierde, todo se transforma


Compré unos palillos para mi prima Daniela que es directora de cine, tiene rulos, vive conmigo y teje. Así el viaje de trabajo que hice en tren a Pucón se convertirá en una bufanda.

Estoy poniendo en práctica una suerte de “Efecto Mariposa”, que en este caso sería un “Efecto Paloma”.

Algo que aprendí de Drexler. Me explico: como hace algunos meses me enamoré de Kevin Johansen, ahora comienzo a tener un loco idilio con Jorge Drexler y, como soy medio obsesa con los amoríos musicales, lo quiero todo…

Mientras tanto, veo en cada cosa las enseñanzas de este médico-poeta-cantante uruguayo… Sobre todo cuando dice…

"... y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.

Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma..."

Y... estoy oyendo, experimentando y poniendo en práctica sus enseñanzas.

Cante este fragmento...


Como dato anexo puedo decir que Johansen y Drexler son amigos.

Cuando mi madre lea esto va a decir que soy una calcetinera (un término de su época para referirse a las groupies)... Y mi madre tendrá razón.

¡Pucha que quiero a la Pilo! La mitad de mis genes son de ella, alguna culpa tendrá de que yo sea así... Perdón... soy judía, igual que Drexler, alguna vez tenía que hablar de mi madre y de la culpa en un mismo post, jajajaja.

Además, esperen que la Pilo conozca a Drexler... ella si que va a morir por él.

*Un homenaje a mi prima Daniela, a Drexler, a la Culpa y a mi Madre, por su esperado nombramiento.