miércoles, septiembre 28, 2005

Mozambique en mi cumpleaños


Mozambique es un país que está en el sureste de África y que fue colonia de Portugal hasta 1975. Allí viven unos 18 millones de personas y la esperanza de vida al nacer no supera los 40 años. En ésta, una de las 10 naciones más pobres del mundo, vive el Padre Roberto Guzmán (Kwenda). Es misionero. (Up date: sí el Padre Guzmán es chileno).

Cuando era chica siempre tuve la fantasía de ser misionera en África. Ahora no sé si sería capaz de concretar algo así, pero admiro profundamente a la gente que tiene el valor y la oportunidad de hacerlo.

Hace algunos días leí una carta que Padre Guzmán escribió el año 2003 contando de la situación en Mozambique y, más precisamente, de la realidad de Maringwe, poblado donde él vive. Encontré un email y decidí escribirle.

Hoy recibí un maravilloso regalo de cumpleaños: la respuesta del padre Guzmán desde Mozambique. También me mandó la carta que cada cierto tiempo envía a sus amigos y conocidos para contar sobre lo que pasa por esos lados. El último envío tiene mucho de magia y trozos de la belleza ancestral de los pueblos, belleza que se mezcla con la pobreza más brutal. Aquí dejo dos extractos de sus sobrecogedores relatos, en que cuenta experiencias que tuvo al visitar localidades cercanas, y una ventana por si quieren asomarse a conocer más sobre los amigos chilenos de Mozambique: www.mozambique.cl

“… Pasada la medianoche me desperté con cantos y melodías nunca escuchadas, hermosísimas. Algo así debe haber oído Ulises en medio del mar, y creo que no estoy exagerando. Con los ojos cerrados y en duermevela escuchaba los cantos acompañados de rítmicos pasos de danzas a pie descalzo sobre la tierra y a corta distancia de la machessa donde yo descansaba. Seguían y seguían; era la repetición de sólo tres palabras en un juego melódico de diversas tonalidades y en una escala musical distinta a la nuestra… Después de largo rato me atreví a abrir los ojos y sigilosamente indagar, siempre con un temor a romper la magia del momento. Estaba la noche clarísima de Luna y la escena me apareció fantástica: unas doce mujeres viejas, adultas, jóvenes y niñas danzando en un circulo que abrían y cerraban hacia atrás y adelante dando vuelta al ritmo de ágiles y complicados pasos con energía incansable y al canto como de viento que juega y que lo envolvía todo en una magia mística. Era el mismísimo ritmo de la Luna. No había edades, había comunión. Eran las brujas cantando, un aquelarre bellísimo de la fuerza femenina… Era como si supieran y se transmitieran riendo entre ellas el misterio de la vida. Como que el tiempo no pasara y lo supieran todo. Expresaban la alegría del conocer sin palabras y de una conspiración creativa y creadora en esa canción siempre la misma y siempre cambiante… Esas mujeres cantaban y danzaban pasada la medianoche después de haber estado en el campo trabajando, recogiendo, cortando y cargando leña, en el río lavando ropa y llevando bidones y cántaros de agua a la casa distante, después de cocinar y hacerse cargo de niños sanos y enfermos… la mayoría de ellas no es que no sepan, sino es que no se pueden siquiera imaginar lo que es un teléfono, ni pensar siquiera que pueda existir algo así… y de comunicación ellas sí que saben. Algo que a nosotros se nos está olvidando…”

“… Me encontraba en Maeka alentando y apoyando la excavación del pozo de agua que nos fue prohibido por el gobierno el año pasado, con amenazas de cárcel y hasta de muerte. El agua no se puede prohibir. Este año no se atreverían a hacer lo mismo. Pero los campesinos tenían miedo y estaba yo ahí para respaldarlos y hacer frente juntos a lo que viniera. Comenzábamos la jornada cada día temprano haciendo juntos la oración de la mañana y terminábamos a la puesta de sol con la oración vespertina y la bendición sobre cada uno de los que había trabajado. Vinieron acercándose los vecinos a mirar incrédulos, y fueron finalmente más de 30 los hombres que ayudaron en turnos de a 4 en la excavación del pozo que tiene más de 10 mts. de profundidad y hoy abundante agua. No puedo negar que yo también sentía miedo, y cuando el jefe local partió a denunciarnos a las autoridades estábamos todos a la expectativa y no paraba yo de pasearme y rezar un rosario tras otro. Fue un gran retiro para mí. Las autoridades dijeron “déjenlos, ...a ver si van a encontrar agua..!”. El buen suceso que tuvimos alentó también a un hombre de una aldea cercana a comenzar a cavar su propio pozo en casa. La buena noticia fue expandiéndose por las comunidades. Estamos muy contentos. La noche antes de venirme a Beira llegaron dos cartas de las comunidades de Nzangwe y de Nyakalinde contando que ya habían cavado sus pozos y necesitaban ayuda en cemento para los trabajos de asegurarlos con anillas y ladrillos. Considerando que hay 3 pozos más en excavación, me veo absolutamente sobrepasado de trabajo con mi única bicicleta como medio de transporte. Faltan manos en Mozambique…”

jueves, septiembre 22, 2005

Loréa


Hoy me llegó esta invitación de la GALERÍA METROPOLITANA y la encontré muy divertida.

En esta oportunidad están presentando L'ORÉA, de los artistas Cristóbal Allende, Claudia Lee, Nicolás Miranda y Paula Terc, muestra que desarrolla un concepto-imagen que consiste en contrastar la idea de una marca de un producto del capitalismo, con una palabra en “coa” (jerga, slang o lunfardo), ámbito en el cual “loréa” significa la acción de mirar de reojo, a “la mala”, de “sapear”.

Los creadores de “L'ORÉA” intentan reutilizar variados sistemas operativos establecidos -de los medios de comunicación, la publicidad, y el diseño, entre otros- para así manipular imágenes, materiales y acciones mediante estrategias de camuflaje, creando situaciones de farsa que posteriormente debieran ser consumidas en el mercado.

Ahora pregunto… Y usted ¿Qué loréa? Por mi parte he estado loreando, buscando y mirando las nuevas aplicaciones de Google, como el Google Print, el Google Earth y el Google Talk. También decidí buscar a Dios en el Google Search y descubrí que “Dios está en todas partes”.

Loréa
Inauguración: viernes 23 de septiembre, 19:30 hrs. (Cierre: 7 de octubre)

Dirección: Félix Mendelssohn 2941 / Pedro Aguirre Cerda – Santiago / (56-2) 5630506 / En micro: 343 – 361 – 366 / En auto: Autopista Central hacia el sur – salida Riquelme a la costa / www.galmet.org

martes, septiembre 20, 2005

Simon Wiesenthal (1908 – 2005)



Sólo quiero hacer un homenaje a éste y todos los héroes que luchan por esclarecer los crímenes contra la humanidad.

Este es un homenaje a los valientes, a quienes tienen sueños y los siguen, aunque eso les tome la vida entera.


Hoy murió Simon Wiesenthal, un hombre que tras pasar cuatro años en distintos campos de concentración, al ser puesto en libertad, se dedicó a rastrear genocidas logrando llevar ante la justicia a más de 1.100 criminales de guerra nazis.

En un mundo donde quedan pocos idealistas, me pongo triste cuando uno muere, pero también estoy agradecida por todo lo que hizo.

Me cuesta encontrarle sentido a las guerras, a que los pueblos hagan que sus hombres se maten entre sí. Quiero un mundo unido, donde las palabras y el amor sean más fuertes que las armas.

jueves, septiembre 15, 2005

Lista pa’ la Cueca

Me bajó la chilenidad... Este fin de semana se celebran las fiestas patrias de Chile y yo decidí vestirme como una “china”. Así les dicen a las huasas del campo.

La verdad es que no soy muy buena para bailar cueca, pero ya tengo mi falda floreada, el delantal blanco, las trenzas y el pañuelo, así que poco me falta.

Y es que me gustan las empanadas, los asados, el choripán, las cazuelas, los porotos con riendas, las humitas, los trompos y los volantines... Ahora sólo es cosa de encontrar una buena fonda y partir con mi huaso lindo a mover el esqueleto.

Llegó el dieciocho compadre
Así que estoy payando
Con mi traje de huasa
Ya nos vamos preparando

Pucha que se ve fino
Este traje de china
Vamos a celebrar con vino
Que estoy tan re mina

El buen asado ya está listo
Anticuchos y choripán
Bailemos cueca insisto
No importa el qué dirán

Este es un huaso prestado
el mío está en la casa
preparando otro asado
pa' su querida huasa

Me voy despidiendo
Nos vemos en las fondas
Celebrando y comiendo
Zapatedo y con harta onda

¡¡¡Viva Chile, mierda!!!

lunes, septiembre 12, 2005

Consumista y reclamona (mi lado B)


Lo reconozco... Me gusta reclamar. Contra la compañía de teléfonos, los grandes almacenes, en la feria o por alguna situación en que considere que estoy siendo mal atendida, engañada o pasada a llevar. Hay gente que hace spinning, otros apuestan en el casino... yo reclamo.

Hoy fue una tarde de consumismo frustrado, que terminé con un alegato más absurdo aún.

Comencé cruzando todo Santiago para mirar unos zapatos que había visto y resultó que al ponérmelos no me gustaron. Para no quedarme con las ganas, fui a una multitienda y me probé toda la colección primavera verano de la sección calzado. Nada era para mí. Seguí con los jeans, donde terminé considerando seriamente la posibilidad de comprar un modelo a la cadera “enchulado” (¡Qué horrible término de moda!) con unas flores bordadas y un cinturón color rosa que le quedaría muy bien a las “chiquillas” de la calle Esmeralda.

Entonces vino la cordura, asumí que ya no tengo 15 años ni pretendo cambiar de rubro, y pasé al departamento de señoras. Allí me probé unos sweters muy finos en todos los colores y tallas. Aunque uno me venía bastante bien, me convencí de que no lo necesitaba.

Una vez en la calle, y decidida tomar el rumbo hacia mi casa, el olor irresistible de la comida chatarra me hizo cambiar la ruta hacia un Mac Donalds. Promoción especial: un combo Big Mac a precio de sándwich chico. Me senté dispuesta a llenar mi cuerpo de culpa y calorías, pero al abrir la caja en lugar de la especialidad de la casa encontré una suerte de canapé. Muy enojada le hablé a los dependientes sobre los estándares internacionales, las franquicias y lo que significa pertenecer a una gran cadena. Me cambiaron la hamburguesa por una de verdad y me la comí rápido y sin placer. Le pedí a unos argentinos de la mesa de al lado si podían mostrarme sus Big Macs y descubrí que me habían dado un pedido equivocado y no era que estuvieran pasando gato por liebre a sus clientes.

Con el consumismo y el reclamo frustrado, en la micro compré unas calcomanías y un llavero de Mickey para mi sobrina Valentína. Seguro que si sube otro vendedor sigo comprando. Los productos venían en perfectas condiciones. Nada que decir. Bueno, bonito y a un precio módico... Precio de micro.

sábado, septiembre 10, 2005

Vida académico-docente


En forma reciente he sido invitada a formar parte del Instituto de Altos Estudios Patafísicos y Sicotrónicos (IAEPASI) donde dictaré una cátedra-artefacto sobre Pensamiento Lúdico. Allí expondré mis principales teorías sobre el pensamiento positivo aplicado a lo cotidiano.

Estoy muy honrada con la oportunidad que se me da ya que en el artefacto compartiré aulas con los destacados profesores Piti G., Soledad P., Felipe S., Joan B. (PhD), Harry P., Engelbert S., y Esteban S.

Espero contar con alumnos participativos que puedan complementar mi quehacer enseñándome sobre su visión en torno a la Patafísica y la Sicotronia aplicada al pensamiento positivo cotidiano.

Se despide afectuosamente
Prof. Paloma B.

Visiten:
http://rayuelomatic.blogspot.com

lunes, septiembre 05, 2005

Tren del Vino

Al regresar de un encuentro de juventudes en Venezuela, Silvia y Lizardo pasaron por el aeropuerto de Santiago. Mientras esperaban en una sala de tránsito vieron que en una pantalla estaban transmitiendo un documental sobre el Tren del Vino. Allí aparecía una mujer tomando una copa... era yo.

Hace algunos meses fui invitada a hacer ese recorrido en uno de los vagones que surca el Valle de Colchagua. El objetivo era escribir una nota sobre el tema para una revista de panoramas. Justo ese día estaban filmando un material para ser exhibido en el aeropuerto de Santiago. Yo había olvidado ese detalle de glamour, pero no la entretenida experiencia que tuvimos con la Piti, quien me acompañó en calidad de fotógrafa. Aquí está la historia:


Bienvenidos al Tren

El aire entra por la ventana impregnando el coche con el olor del carbón mineral que alimenta a la antigua locomotora de 1913. Señoras y señores, aquí parte el viaje del Tren del Vino, que recorre parte de el ramal San Fernando-Pichilemu, uno de los más antiguos de nuestro país.

El tramo, que comenzó a levantarse en 1872 y que alcanzó los 119 kilómetros llegando hasta Pichilemu, cruza parajes de gran belleza donde se mezclan cultivos de maíz y trigo con parronales.

Si bien el servicio fue suspendido en 1989, la Corporación del Tren del Vino restauró parte de la ruta para que la locomotora realizara el tramo entre las ciudades de San Fernando y Santa Cruz. A treinta kilómetros por hora, los noventa minutos que dura el recorrido se transforman en un viaje en el tiempo, donde el vino es el protagonista indiscutido.

Aunque es posible hacer sólo esta parte del circuito, también existe un plan completo que parte desde Santiago e incluye el almuerzo y una visita al Museo de Colchagua y a una viña de la zona, lo que además del caudal informativo, permite sentir en parte la profunda esencia del mundo vitivinícola chileno.

¡Todos a bordo!

Los vagones del Tren del Vino son coches alemanes de primera clase que datan de principios del Siglo XX y fueron restaurados a la usanza de la época gracias a la ayuda de la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario. Una vez a bordo es posible disfrutar del bello paisaje, sino que además se realiza una degustación de vinos y un cóctel, en el que abundan quesos, empanadas de pino y pasteles.

La voz de Carmen Madrid, guía del tren, acompaña la ruta. Ella introduce a los visitantes en las características del entorno y la historia del Valle de Colchagua, mientras un folclorista de la zona avanza por los corros cantando tonadas al vaivén de la locomotora.

Al escuchar la proximidad del tren, un grupo de baile se prepara para recibir a los pasajeros con un pié de cueca. La música suena fuerte, los turistas sacan fotos y la Estación de Santa Cruz muestra su fachada amarilla, tan reluciente que parece saca de un “Spaghetti Western”.

El plan continúa con una visita al Museo de Colchagua donde hay diversas colecciones que van desde fósiles e implementos precolombinos, hasta carruaje y maquinaria agrícola, pasando por arte cuzqueño, documentos históricos y armas de distintas épocas.

Acompañado por buenos vinos y música, el almuerzo en el Hotel Santa Cruz Plaza es un corto pero merecido descanso que termina junto a la última cucharada del postre. El recorrido sigue rumbo a alguna de las viñas asociadas a la corporación Viu Manent, MontGras, Bisquertt o Viñedos Orgánicos Emiliana (VOE), donde han logrado desarrollar interesantes cepas a partir del manejo orgánico de sus cultivos. Esa es nuestra última parada que, entre animales, flores y barricas, muestra el cierre de un paseo redondo que gira en torno al vino y su profundo encanto.

jueves, septiembre 01, 2005

Divagando on Liu


Con Liu
Originally uploaded by palomabay.
Estoy con mi amiga Liu mostrándole como posteo. Ella es amiga mía desde el colegio. Es directora de fotografía y en pocos días más parte a Italia a dirigir su corto que salió premiado en un concurso organizado por el hijo del mismísimo Roberto Rosselinni. En realidad quería contar sobre su capacidad de escribir mirando la pantalla, sin mirar el teclado. Además usa tooodos los dedos. ¡Increible! Le saqué una foto mientras lo hacía, pero no le gustó y como es prentenciosa quería salir guapa, porque es muy guapa... Dice que no la pele más, así que bueno, la cosa es que decidimos sacarnos una foto de femmes fatales... No sé si se dice así, pero eso es lo que somos. Ahora estamos escuchando a Kevin (Johansen... obvio... somos unas cumbiancheras intelectuales). Comimos mis tallarines con salsa y seguramente estoy delirando porque me intoxique con algo. Lo que me preocupa es cuando deliro sola y sin haber comido nada.