Desde la semana pasada me venía acordado, pero hoy no pensé en eso hasta que oí su voz al otro lado del teléfono. Me dio pena.
Y pensé en esa mañana de 2003, sin haber dormido nada, corriendo a la peluquería, nerviosa, con las flores para el pelo, la bolsa con el maquillaje y por dentro toda la emoción del gran día.
Los encajes, las medias, los zapatos, el vestido, las fotos, la música. Caminé con mis padres sintiendo a la gente, los amigos, la familia y el amor al frente, al final del camino.
No recuerdo cada palabra, pero sí la sensación física, la felicidad y el alma contenta.
Hoy se cumplen dos años de ese día… el vestido está guardado en un rincón de la bodega y la pena es grande algunas veces.
No me arrepiento de nada… creo que ese fue uno de los días más felices de mi vida… tal vez, el más feliz.
6 comentarios:
Hay que hacerle frente a las fechas y nada más. Igual es fuerte a ratos.
Besos de tu ingrato amigo
mucha nostalgia contenida y algo de agraz en tu post. por todo lo que está entre líneas, que se aleja de la alegría y la esperanza, espero que el Viejito Pascuero te siga regalando sueños y te mantenga con los ojos en la calle y en tí misma para descubrir de nuevo la felicidad. un abrazo anónimo en la blogósfera
Besos y abrazos Palomita.
Puchis, hay fechas q traen recuerdos, y los recuerdos siempre traen emociones... no es malo recordar a veces...
Sabes, cuando te cambiaste de registro electoral le prestaste la dirección a una de mis compañeras de trabajo y su amiga, te acuerdas?
FELIZ NAVIDAD!!
Te separaste?
Cada día que paso junto a ti me impresionas.
simplemente grandiosa.
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