Antes de ingresar, a sólo una cuadra de allí pude ver la entrada del cementerio, donde ya tenían listo el escenario para el funeral de Gladys Marín. Aunque me fui del lugar mucho antes de que empezara a llegar la gente, alcancé a ver un maravilloso mural que realizó la Brigada Ramona Parra en su honor. Cuando era más chica no me gustaba ese estilo, pero ahora la estética que proponen la encuentro linda y con gusto a nostalgia. Fue un buen regalo del día de la mujer y una bonita despedida para Gladys, su consecuencia, su fuerza y su inolvidable sonrisa.
De Kusturica puedo decir que estuve al lado del escenario y vi sus zapatos blancos con luces azules, que el recital fue pura energía y que me encontré con Roberto y Mertine. Hoy finalmente no iré a ver a Lenny, porque la productora Fénix redujo los pases de prensa (buuu), pero tal vez me doy una vueltecita por la Galery Nights, aunque no amanecí con cara de glamour.
Esta semana tengo mucho trabajo y me quedan un par de conversaciones de almuerzo, donde una de mis contertulias es mi amiga Cote Herman (salimos juntas en la foto). Prometo más inspiración para la próxima semana. Total el blog es mío y tengo derecho a tener semanas fomes. ¿O no? Chao pescao.
5 comentarios:
Recordamos a Gladys aqui en Italia también.
No puedes ser fome, ni aunque trates.
Espero el siguiente post!
Estimada Paloma:
Encontré tu sitio y en él dejo unas cuantas letras sólo como enunciación de las que vendrán, además recordé que contigo no hacen falta mayores presentaciones, ni parafernalias.
Un abrazo
Y... la fomedad no tiene copyright que se sepa. Uno la profesa seguido, otro cuando puede, pero por cierto lo fome está en el que lee o quiere leer y no tanto en el que al menos escribiendo tuvo su cuarto de hora de logosatisfacción
Todo bien Paloma, todo bien. Y todavía estoy saltando el unza unza.
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