Este titular que hoy aparece en el diario El Mercurio me hace pensar en la frase de un cartel que vi hace poco:
La violencia física o psicológica NO ES UNA ENFERMEDAD, ES UN CRIMEN
También quisiera repetir algunas de las opiniones que escribí hace un año aquí en mi blog…
Es un tema difícil, con límites difusos, en el que nadie se quiere involucrar, donde pocos están dispuestos a intervenir, muchos tapan su boca con frases como “no es mi problema” y otros tantos piensan “algo debe haber hecho para merecerlo”.En esa oportunidad dije que “Es el círculo de la violencia, donde nadie es culpable, donde no sólo sufre la persona agredida, sino también el agresor, pues al calmarse se arrepiente de haber dañado (física o sicológicamente) a sus seres amados”.
Partamos por decir que NINGUNA MUJER MERECE SER AGREDIDA NI FÍSICA NI SICOLÓGICAMENTE. Sin embargo, a menudo existe una responsabilidad compartida en la llamada violencia doméstica: uno agrede y el otro “se deja” agredir, ya sea por miedo, por vergüenza, por cariño, por esperanza de que la situación vaya a mejorar o, simplemente, por costumbre.
Un círculo vicioso que muchas veces se da a puertas cerradas -lavando la ropa sucia en casa- y que en bastantes casos se trasmite de generación en generación.
Pues ahora grito que sí hay culpables porque:
La violencia física o psicológica NO ES UNA ENFERMEDAD, ES UN CRIMEN.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario