lunes, octubre 24, 2005

Camuflaje




Es esa capacidad de adaptarse a las cosas, de sobreponerse a las situaciones, de ser uno y ser todos al mismo tiempo. Camuflarse, sobrevivir, entretenerse con distintas personas y situaciones. Tengo ese don, casi siempre caigo parada donde me pongan, empatizo, hablo, busco historias en común. Tal vez por eso me gusta tanto disfrazarme. Incluso a veces me he identificado con Zelig, de Woody Allen. La diferencia, es que siempre busco la forma para ser yo misma en el nuevo entorno, aunque traiga puesta otras plumas.




Lo que no me ha resultado nunca es ser mala, aunque ponga cara de pérfida, malévola, truculenta y despiadada, creo que no me resulta. Nunca logro disfrazar mi esencia y, en el fondo, eso me gusta.

Hace un par de semanas fui a una fiesta temática, los gangsters marcaban la pauta. Puse esa cara, mi mejor cara de mala, pero creo que nuevamente no me resulto ¿o sí?… Pero en todo caso lo pasé muy bien. De huasa a gangster en menos de un mes… Sí, puede que esté un poco loca… ¡Un psiquiatra on the rocks por favor!

martes, octubre 18, 2005

Insisto

Soy absolutamente escéptica con respecto al éxito del Plan Transantiago, el cual pretende modernizar el transporte público de la capital de Chile. No quiero ser pájaro de mal agüero, pero esto no va a funcionar.

¿Saben por qué? Es muy simple, porque la gente que está dirigiendo todos estos proyectos jamás ha andado en micro, no sabe cómo es esto de cruzar toda la ciudad en las horas punta, de pie, afirmado de un fierro, apretado entre personas que nunca viste en tu vida…

Ya estamos con los primeros problemas… de muchos, porque van a ser muchos… Al atraso en la implementación del plan, ahora se suman los imprevistos: ayer en el Diario La Nación me encontré con una noticia que grafica una de estas situaciones. Yo ando en micro casi todos los días, y la verdad es que ya no sé si reírme o llorar… Creo que voy a optar por reírme, es más… ya me estoy muriendo de la risa.


Lunes 17 de octubre de 2005
Bus-oruga del Transantiago se atascó en paso bajo
nivel

Agencias
Un bus-oruga del Transantiago quedó atascado en un paso bajo nivel en avenida Américo Vespucio y San Martín, comuna de Quilicura, sector norte de Santiago. La máquina, de mayor altura que la permitida por el pequeño túnel, debió ser remolcada por un camión que pasaba por el lugar, apoyado por personas que abordaron el bus para hacer el contrapeso necesario para liberar el vehículo. Según el chofer, el percance se debió al mal estado de la vía. La fase de transición del nuevo plan de transporte público comienza este sábado. Para el miércoles está anunciado un paro de las micros amarillas.
Con una visión muy optimista, Leo Prieto publicó un post sobre este tema en mayo. El proyecto en papel se ve liiiindoooo (“En Transantiago la vieja y querida micrito, ahora será bus; el micrero, conductor, y los pasajeros, clientes” JA JA JA)… Pero insisto, yo no creo que funcione y, de paso, me sigo riendo, aunque en el fondo estoy un poco, sólo un poco indignada (Espero equivocarme).

Ya sé lo que voy a hacer: Me voy a quejar con el micrero. Sólo él y yo sabemos de qué se trata esto.

martes, octubre 11, 2005

El Secreto del Torres


Para los que viven en mi ciudad o estén de visita y quieran conocer un lugar con historia y con mucha onda, les presento la Confitería Torres. Aquí lo que escribí sobre este sitio para una revista de panoramas hace algunos meses. La cava aún no ha sido inaugurada oficialmente, así que el texto continúa vigente.




El Secreto del Torres

Mientras mis amigos conversan animadamente, me pregunto a dónde conducirá la escalera ubicada en una esquina de la Confitería Torres. Barajo alternativas: oficinas, más baños, un túnel hacia el Palacio de La Moneda. Ninguna de mis ideas resulta convincente, pero es fácil echar a volar la imaginación en un lugar que entre sus paredes guarda un siglo de historia.

Dirigida por el cocinero José Domingo Torres, la confitería abrió sus puertas en 1879 justo en la esquina de Ahumada con Huérfanos, trasladándose más tarde a su actual ubicación en el Palacio Iñiguez, en la Alameda casi al llegar a la calle Dieciocho.

Al poco andar el lugar se transformó en punto de reunión de políticos e intelectuales, siendo un referente del circuito bohemio capitalino durante décadas. Lentamente, los gloriosos años del Torres comenzaron a decaer. Nuevos espacios y la expansión de la ciudad, llevaron a su habitual clientela a abandonar la confitería, hasta que el año 2002 sus dueños decidieron ponerla en venta.

El ingeniero comercial Claudio Soto y su esposa Patrizia Misseroni, acordaron entonces dejar sus respectivos trabajos y hacer suyo el desafío del rescate, abordándolo desde una mirada tanto patrimonial como culinaria. Desecharon la posibilidad de imprimir en él aires de modernidad y optaron por destacar su espíritu clásico, pero mejorándolo aún más. Esa fue la premisa que los condujo en la decoración al momento de elegir la vajilla, las fotos que destacan en los muros, las sillas del sector de la cafetería y las baldosas del piso, entre la infinidad de detalles que pueblan el Torres.

Dejo la mesa y camino hacia la barra donde está Patrizia y le pregunto sobre el subterráneo.

- Es la Cava del Bicentenario – me dice en forma entusiasta – acompáñame, te la voy a mostrar.

Bajamos la misteriosa escalera hasta un espacio donde se ajustan los últimos detalles del proyecto que forma parte de las actividades con que se celebrarán los 200 años de la República. Patrizia me cuenta que para el Centenario, durante el gobierno de Emiliano Figueroa, en la Confitería Torres se realizó un evento similar que congregó a diplomáticos, intelectuales y la alta sociedad de la época.

El acto inaugural de la nueva cava se realizará en los próximos meses emulando aquella reunión y, durante la ceremonia, se guardarán los mejores vinos de las principales viñas chilenas para ser abiertos el 2010.

Me puse contenta por ella, por el proyecto y por la posibilidad de descubrir el mejor secreto del restaurant donde se dice que nacieron el Barros Luco, el Barros Jarpa y el Cola de Mono. Un lugar que, sin duda, merece seguir haciendo historia.

Confitería Torres
www.confiteriatorres.cl
Alameda 1570, Santiago
Tel. 688 0751

sábado, octubre 08, 2005

El gusto de contar

Siempre he sentido que las historias cobran vida y se gozan cuando son contadas. A veces, incluso más intensamente que cuando se viven. Las alegrías son más contentas, los viajes se vuelven lugares, las situaciones se visten de magia y la pena es más triste. Disfruto las cosas cuando las cuento, cuando las vuelvo palabras, aventuras, relato. Lo no contado, a veces no existe. Necesito un oído, un espacio al otro lado del teléfono, unos ojos que escuchen, que dejen entrar las letras... así construyo, así vivo. Hoy estoy hablando conmigo y también es rico escucharme.

viernes, octubre 07, 2005

Silencio




Pausa. La calle no me llama. Estoy adentro, muy adentro.