lunes, diciembre 13, 2004

Por Arte de Magia



El lunes de la semana pasada me llegó una carta a la antigua, de esas con sobre y estampilla. Venía desde Bilbao, España, y en su interior encontré una hermosa tarjeta de navidad de “El Respiro”, la compañía de diseño, arte y publicidad que inició mi amiga Soledad Poirot junto a su marido Felipe Samper.

Les envié un e-mail dándoles las gracias por el detalle. “Tendrás que agradecer en persona, estamos en Chile”, decía la respuesta. No fui la única sorprendida. Sole y Felipe llegaron de sorpresa para todo el mundo.

Primera estación: el miércoles era feriado y mientras almorzábamos con Paulo y la Maricel, ellos llegaron a mi casa por arte de magia. Vinieron con la pequeña y bella Amaya, hija de Felipe, quien se entretuvo con los cachureos-adornos de nuestra casa y con mis libros de niños.

Digo que llegaron por arte de magia, no sólo porque acudieron a mi invitación alegrando nuestro día, sino además porque descubrí que tengo un nuevo gran amigo y mi amigo es mago. Felipe nos dejó con la boca abierta con sus magias divertidas, porque lo suyo no son trucos, es fantasía, de la más pura y verdadera. Fantasía real.

Segunda estación: un encuentro sólo de mujeres. Con la excusa de aprender a hacer cajitas con resina, fijé una cita de sábado en mi casa. La Sole, la Piti y yo, como hace 15 años, como si no hubiera pasado ni un minuto, pero con la alegría de ser mujeres grandes y felices.

Comimos fruta, tomamos té, tomamos vino, pintamos, recortamos, nos equivocamos y aprendimos. Fue uno de los momentos más bellos que he tenido en mucho tiempo. Mi mente paró por un minuto, por toda una tarde, y era yo, la de siempre, la de los cinco, la de los 10 y la de los 15. Y eran ellas. Éramos nosotras.

Hablamos de todo, de los recuerdos, de las personas, de secretos, fantasías, penas, rabias y alegrías. De comida y de sexo también, pero sólo un poco (esto nos va a costar un interrogatorio, ja). Nos reímos de lo lindo, nos miramos, nos reconocimos y nos quisimos tanto y más que antes.

Ya no importó si en algún momento tuvimos ondas distintas, si nos alejamos un poco, porque durante varias horas, como viejitas, pintando cajas, esta caja-terapia nos hizo sentir cerca, iguales, unidas.

Las tres coincidimos en que tenemos un sello y que en eso mucho tiene que ver la Tía Isabel Muñoz. Pero nuestro lazo va mucho más allá… es una unión de risa y cariño que sigue ahí por arte de magia.

Estación terminal, todos los pasajeros deben descender.

10 comentarios:

Carly dijo...

que lindo post Paloma...las niñas con las que te juntaste eran tus amigas de la infancia verdad? es increible (y poco común) que todavía se junten...un aplauso por esa amistad...

Jerry Jeldres dijo...

Este Jueves AlienPlanet,http://alienplanet.blogspot.com/ , se alinea con el resto de los planetas.
Mientras tanto una carta de Ajuste antes de volver a transmitir.

Anónimo dijo...

que lindos recuerdos... tan nostalgicos!
y yo, volvi a la universidad donde un dia conoci a un español, de peinado encopetado, acento extranjero, moto estrafalaria, con el cual compartimos ilusiones y sueños de jovenes diseñadores...
Tan pequeño el mundo que resulto ser el marido de tu mejor amiga de la infancia.
Asi es la magia que junta mundos y nos vuelve a sorprender cuando menos lo esperamos.
Un abrazo, y gracias por tus lindas palabras de mi amigo.

Consuelo

Anónimo dijo...

Yo estuve ahí. Las vi pintar cajitas, las escuché charlar a los lejos y las vi llorar de risa con sus recuerdos.
esm

Anónimo dijo...

un viaje,
hacia a trás y hacia adelante al mismo tiempo, y principalmente hacia adentro, es lo que vivo en mi vuelta a chilito.
buscando "un lugar que sea mi lugar" he constatado que la magia siempre está, circula entre nosotros, y como la vida y su aliento, no importa el sitio, ni el idioma, nos hace respirar el mismo aire, los mismos recuerdos, el mismo cariño por los momentos vividos hace tanto tiempo.

mis amigas siempre están ahí, en el colegio, sentadas en los mismos bancos, comiendo las mismas chucherías del quiosco de la tía gabriela. no crecieron, no cambiaron, son ellas mis mejores recuerdos, mis juegos, la risa descontrolada, el llanto contenido de tanta emoción...he vuelto a ser la niña felíz...he vuelto a "mi lugar" gracias a ellas.

solepoirot

ultra dijo...

Simplemente hermoso.
No solo el post, el vinculo... todo.
Mis amigas de cuando era mas chica todavia me roban risotadas y si nos juntamos... Y si soñamos en que llega el dia en que despues de perdernos, nos encontramos... Y somos las mismas con otros ropajes.
Un besote.

Cainista dijo...

Eso! los matas por no avisar! pero primero les das un abrazo apretado.. que asi es rico!
Que linda anecdota... llena de energia!

isabelicity dijo...

Oh que top, me recordó esa pelicula "How to make an american quilt", Donde varias amigas se reunían a hacer una cubrecama de esas bordadas, donde cada una ponía su historia.
Nada más terapéutico y desenchufador... Que rico que el verano te haya traído armonía!

Marce Infante dijo...

Hola linda, tantos siglos.
Me habia alejado de los blogs pero vuelvo al tuyo y algunos otros.
Tu post me hizo recordar tambien a mis amigas del cole, con las que aun estamos re unidas y ese colchon espiritual es bien importante. Nos enojamos, nos mandamos a paseo, pero cuando hay que estar juntas, estamos. Lloramos, reimos, criticamos. Todo juntas. Con algunas ya llevamos casi 20 años de amistad.
Precioso, los amigos amigas son preciosas. Regalos.
Besitos Paloma.

Anónimo dijo...

(...)fuimos a volar con un solo paracaidas,
uno solo va a quedar volando a la deriva.
vivir así no es vivir, esperando y esperando...
porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando
(...)s i m e o l v i d o de v i v i r
colgando de un sentimiento
voy a volver para repetir c a d a m o m e n t o.
(http://www.celestecarballo.com)

palomangel, gracias por bajar del cielo
:)
soleil