lunes, abril 02, 2012

Una sorpresa desde el pasado

Mi hermano Julián llamó un montón de veces hoy y no pudimos hablar. La comunicación se perdía, lo oía entrecortado, con mucho ruido de fondo y cuando intenté responderle la señal de mi celular no funcionó. Finalmente, tarde en la noche, logramos hablar. "Tengo algo emotivo que contarte", me dijo.

Julián nació en 1989, cuando yo tenía 12 años y él ahora tiene casi 23 (saquen la cuenta). Estudia Derecho en la Universidad Diego Portales, la misma casa de estudios donde yo estudié también Derecho (sólo un año) y después estudié y me titulé de la carrera de Periodismo.

Esta mañana, Julián fue a la biblioteca de la universidad a sacar un libro. "Ahora tienen un sistema automatizado, que pasas una tarjeta y te dan un ticket con la fecha de préstamo y devolución esperada", me explicó. "Pero muchos libros aún tienen en su interior las antiguas tarjetas de préstamo, donde se registraba a mano, el nombre de la persona que lo pedía... Y la última persona cuyo nombre aparecía en la tarjeta de préstamo de este libro, era el tuyo", concluyó.

Mi hermano me mandó la foto que evidencia esta sorpresa proveniente del pasado. La ficha dice "Salinger D.J. / El Guardián Entre el Centeno" y más abajo con fecha del 25 de agosto de 1999 aparece un solo nombre, "Paloma Baytelman".

Julián me dijo además que buscó el libro, porque aparecía mencionado en la novela "Mala Onda" de Alberto Fuguet.

Lo más curioso de todo -le expliqué a Julián- es que hace 13 años saqué el libro por dos motivos. Primero, porque era la novela favorita de nuestra madre, Myriam Pilowsky, y quería saber porqué a ella y a su generación esta obra de Salinger los había marcado tanto. En segundo lugar, porque iba a constituir uno de los textos basales de mi tesis de grado: "Los Periodistas de la Generación X en Chile", texto al que también llegué referida por las palabras de Fuguet en "Mala Onda".

Me encantó esta secuencia de hechos, porque parece el argumento de partida de esas películas que juegan con el valor del tiempo y las decisiones que hacemos. Rápidamente se me viene a la cabeza "Pídele al tiempo que vuelva", pero deben haber muchos otros (y mejores) ejemplos. También podemos echar mano a la idea del mensaje en la botella, pinturas rupestres y tantas otras cosas que constituyen una arqueología histórica o cotidiana.

Ahora toca saber qué reflexiones hará Julián a partir de "Mala Onda" y "El Guardián Entre el Centeno". Cómo le impactarán a él estos retratos conectados de épocas, deseos y esperanzas, en el reflejo de estas temáticas y arquetipos en su propia generación.


3 comentarios:

alitoca dijo...

Asi es la coinsidensia en esta vida ,el destino siempre nos da sorpresas y que mejor que tu sabes lo lindo de tener una familia de la que te enorgulleses por ello talves el destino los contacto de esta hermosa manera ,hermosa casualidad ,felicitasiones

Anónimo dijo...

De ahí -de la emotividad de revivir el pasado- la relevancia de preservar (conservar, dirán otros) la memoria de lo vivido por otros. Pues se verá que lo que lo mismo que se experimenta hoy ya lo vivieron muchos otros antes que uno.

Me ha pasado muchas veces al consultar libros de Derecho, en que otros antes que yo, ya estudiaban los mismos temas.

Mi última experiencia fue comprar una serie de libros en la Feria del Libro Usado de la U Mayor, varios de los cuales pertenecían a la biblioteca de un recientemente fallecido abogado, que, según me enteré luego de investigarlo, había sido activo militante socialista y patrocinante de más de una causa sobre DDHH.

Cosas de libros.

Saludos.

importaciones de colombia dijo...

Pienso que compartir experiencias del pasado, mas que ponernos tristes debería alimentarnos cada día mas de cosas positivas, gracias a nuestras vivencias, sean positivas o negativas siempre nos dejan algo por aprender independientemente de lo que con lleve eso.Admiro la manera con la que narras tu historia, de verdad logro conmoverme y generar una infinidad de sentimientos.