Éste ha sido el último día de los 32 años y me he puesto ha pensar que cada día es el fin de algo y, al mismo tiempo, un nuevo comienzo.Ha sido un año intenso, lleno de cambios en la geografía, en el trabajo, en el alma, en el corazón y en el cuerpo.
Me corté el pelo muy corto, como siempre había querido hacerlo, pero nunca me había atrevido. Estuve en Nueva York, Santiago, Valparaíso, Choshuenco, San Martín de Los Andes, Coquimbo, Buenos Aires, Colonia y Montevideo. Gané un par de kilos extra, me fui a vivir sola por primera vez en mi vida y cambié de trabajo.
Fue un año de familia, de amistad, de romance, de amor y desamor, de esperanzas y de soledad.
Muchas veces pienso que mi vida es como una comedia de situaciones y son muchos quienes han marcado este episodio, pero en mi alma los protagonistas han sido las personas más queridas y trascendentes: mis abuelos, mis padres, mis cuatro hermanos, mis tíos y mis amigos Bárbara, Jose, Pablo, Milca, Luis, Gabriel, Pato, Cote y Piti. Ustedes son los que han estado más cerca de mí, haciendo de este año algo especial, compartiendo la vida, escuchando mis historias eternas, apoyándome, siendo mi brújula y dándole sentido a todo… Haciendo de éste un gran capítulo.
Muchas gracias.