lunes, junio 27, 2005

Es verdad

Esteban no pudo creerlo cuando leyó la noticia en “El Mercurio”, pero yo se lo confirmé: frente al Mercado Central se instala un hombre a vender leche de burra ¡y anda con los animales!

- ¿Por qué no me contaste? – preguntó abriendo los ojos muy grandes.
- Porque no creí que te interesara. Veo tantas cosas extrañas, que no pensé que fuera algo fuera de lo común.

Y efectivamente los había visto varias veces, al hombre y sus dos burras, mientras camino desde el otro lado del Río Mapocho rumbo a casa. Sin ir más lejos, el otro día se pusieron junto a mí para cruzar en la luz verde y un par de mujeres se acercaron a comprar.

- ¿Cuánto les doy caseritas?- preguntó el “lechero” a sus clientas.
- Yo quiero un vasito corto para tomar acá no ma’ y a mi hermana dele medio litro pa’ llevar a la casa- respondió una de ellas.

El hombre, obediente, llenó un vaso y echó algunas medidas dentro de una bolsa transparente que anudó con cuidado.

Como mis conocimientos lácteos son bastante restringidos, hice una de esas preguntas estúpidas y retóricas (como cuando voy a un restaurant o a una pastelería y pregunto a al garzón o la dependienta si es rica tal o cual torta, sabiendo que siempre su respuesta va a ser afirmativa). Pues bien, pregunté a las clientas si era rica la leche de burra. Pero la respuesta vino del “lechero”.

- Muy rica caserita ¿nunca la ha probado? Es rica en vitaminas y minerales- me dijo insistiéndome en que probara “un dedito” en un pequeño vaso que tenía.

Aunque el hombre estuvo lejos de convencerme, seguía intentándolo cuando llegó una pareja de carabineros y le dijeron que se fuera, qué estaba prohibido vender leche con esas condiciones de higiene, sacada directamente de las ubres del animal, ahí en medio de la calle. “Pero si mis animales están sanitos, oficial”, reclamaba el hombre. “¿Y usted cómo lo sabe?”, increpaban los policías... “Ya, ya, ya, váyase no más, si no quiere que lo llevemos con burras y todo a la comisaría”.

El “lechero” dio media vuelta y comenzó a alejarse lentamente con sus animales. A esas alturas yo había perdido varios semáforos verde por estar parada mirando, como si fuese invisible.

Empece a cruzar la calle con las demás personas, mientras me reía de la situación, pero hasta que Esteban lo vio en el diario, nunca pensé que era algo fuera de lo común. Parece que algunas cosas que me suceden, no son del todo normales.

lunes, junio 20, 2005

Un año interconectada

Gracias a la sugerencia del Tuco y la paciencia de Felipe, a mediados de 2004 nació este espacio donde, en forma semanal, me propuse plasmar ideas mezcladas con algunas cosas que pasan frente a mis ojos. Desde entonces, con más frecuencia de la habitual, mi vida comenzó a tejerse de coincidencias y cruces hermosos y raros.

Conocí a Roberto Arancibia, quien para mí y muchos otros es el padre de los bloggeros chilenos, y además resultó ser amigo de infancia de mi padre y mis tías. Un comunicador hiperactivo que nos reúne y nos incentiva “sin querer queriendo” a crear a partir de nuestras experiencias. Desde entonces han pasado muchas cosas y me he reencontrado y conocido real y virtualmente a muchas personas.

La retroalimentación que he recibo es un tema aparte. Uno de los hechos que más me conmovió fueron los mensajes de Armando, quien vive en Estados Unidos y, durante sus años en Chile conoció a Bernardo Baytelman, el Beco, mi abuelo paterno. El Beco era un ser mágico y luminoso, que marcó la vida de mucha gente. Murió muy joven, a los cincuenta y tantos en el exilio, en México. Mis recuerdos se confunden en la memoria de los otros, como la de Armando, a quien mi abuelo ayudó durante un incidente antisemita que ocurrió en Santiago hace más 40 años.

También son muchos los que han llegado al blog porque estudiaron en el Latinoamericano de Integración, o tienen alguna afinidad con este colegio que marcó una parte importante de lo que soy y que ha inspirado varios de los escritos que habitan este lugar.

El mundo del blog me llevó a conocer personalmente y tras una cuota preocupante de casualidades a Agnes, quien tiene un parecido onírico con mi madre, lo que supongo se relaciona con sus genes rusos. En lo virtual no puedo dejar de mencionar a Ceci, mi amiga y colega que está en Vancouver, con quien compartimos una forma muy parecida de mirar y contar las cosas, aunque sé que en la vida real ella es mucho más tímida que yo, y en lo profesional, más matea.

Como algo curioso, puedo citar que hace poco me escribió Nibaldo, creador de zurdos.cl, pidiéndome que le explicara cómo les enseñé a mis hermanos a tejer. Asimismo, recibí un comentario de agradecimiento de Rolando Báez, curador del Museo La Merced, con quien nos juntamos a tomar un café y también estamos tejiendo una amistad con lana colorinche de gustos e intereses en común.

El blog tampoco ha estado exento de polémica, como la que viví junto a Roberto, por una señora italiana hija del pintor Ottorino Mancioli, que creyó que estábamos ofendiendo a su padre, cuando la idea era destacar su obra. Caso aparte fue Sara, quien apasionadamente me conminó a escribir sobre temas verdaderamente importantes, como los que le dolían y le duelen a ese Chile que ella conoce desde su vida en Nueva York.

Para seguir con las conexiones, está Ewa Kulak, quien por estos días está en Polonia presentando el libro que compila algunos de sus escritos. Siento por ella una admiración cyber-cultural-literaria, por la bella forma en que transmite la y las culturas que la rodean, más allá de muchas fronteras. Fue muy emocionante cuando destacó mi blog en su sitio web, todo un honor viniendo de esta polaca tan patiperra (traducción: buena para recorrer el mundo). También ha sido increible tener en Chile y en mi casa a su cuñano Lizardo y a la encantadora Silvia.

Además de todo esto, el blog sirvió de vitrina para que me ofrecieran escribir una columna mensual sobre temas principalmente urbanos en el Revista Santiago Entretenido, espacio donde he escrito sobre la Plaza de Armas, la Feria de Artesanía de los Publos Indígenas en el Cerro Santa Lucía, la Confitería Torres, el Tren del Vino, el Museo de La Merced, la Bienal de Sao Paulo en el Mac, el Palacio Cousiño y la Plaza Las Lilas.

No puedo finalizar este desordenado y (para mí) emotivo recuento sin agradecer a ESM, mi más fiel y crítico lector, quién me acompaña en muchos de los relatos antes que sean “papel”, quien comparte mi vida y dentro de mis ojos mira las cosas que veo.

lunes, junio 13, 2005

Otoño por la ventana

Me dormí con las cortinas abiertas de par en par y la televisión encendida. En mitad de la noche cuando desperté buscando el control remoto para apagarla, una imagen se filtró por el rabillo de mi ojo. Como un fantasma, como esas cosas que no deben estar allí, pero están.

Miré por la ventana y no vi nada extraño, sólo un viento muy fuerte que movía la copa de los árboles y el ruido de la lluvia contra el techo de los edificios cercanos.

Entonces empezó nuevamente. Como murciélagos en la noche las hojas de los árboles comenzaron a bailar en el aire, subiendo y dando giros hacia el cielo, ignorando la gravedad. Venían desde lejos a jugar en mi ventana y pude verlas allí, mágicas, haciendo un mundo al revés con una danza de otoño, que viví como un sueño sentada en la orilla de la cama mientras tú dormías a mi lado.

lunes, junio 06, 2005

Silvia y Lizardo en Chile

(*Miren el calendario de presentaciones de Silvia y Lizardo al final de este post)
Una de las cosas más entretenidas que me ha pasado en las últimas semanas fue conocer a esta pareja de colombianos, que el último viernes de mayo me esperaban cansados y con mucho frío en la estación de metro Bellas Artes.

Allí les propuse juntarnos, pero la historia es más larga. Por este maravilloso y endemoniado mundo de los blogs conocí a Ewa Kulak. Nacida y criada en Polonia un día Ewa se enamoró de un hombre del continente americano y decidió ir a vivir con él a su país. Así, después de estudiar filología en la ciudad polaca de Poznań y realizar una Licenciatura en la Lengua Española en la Madre Patria, aterrizó en Colombia.

Es una mujer muy entusiasta que ha trabajado en múltiples cosas, interesándose profundamente por la cultura y la gente de esta tierra del café. De hecho en su blog escribe sobre estos temas y acaba de publicar un libro que recoge sus mejores historias.

Pues bien, Ewa me escribió hace algunas semanas contándome que su cuñado Lizardo Carvajal y su novia Silvia Valencia, venían viajando hace cuatro meses por “El Gran Indio Verde”. Al poco leer entendí que se trataba de una aventura épica, con la que el trovador y la cuentista, buscaban interiorizarse de las raíces más profundas del continente, al mismo tiempo que dar a conocer su música y sus historias.

“Ya están en Santiago”, decía Ewa en una de sus cartas cibernéticas y yo, hiperkinética, no demoré en contactarlos y darles varias ideas de lugares para presentarse en mi ciudad, muchos de los cuales ellos ya habían visitado en los días transcurridos antes de conocernos.

Nuestros encuentros han sido de pizza , historias de viajes y música. Primero en mi casa y luego en la entretenida reunión de bloggers chilenos que se llevó a cabo el domingo 5 de junio. Sin estar dadas las mejores condiciones de espacio, Silvia y Lizardo compartieron un poco de su música trovadora en esta loca cita, donde espero hayan conocido a nuestros indios e indias verdes, en su expresión más variada.

Los viajeros montarán su presentación audiovisual “Cuento Cantao” en variados lugares de Santiago, comenzando por “La Barcaza” (Santa Isabel 0350, Ñuñoa) hoy martes en la noche, a lo que seguirán otros bares que detallaré pronto.

En dos semanas más, Silvia y Lizardo visitarán Valparaíso, para después seguir viaje hacia Argentina y Brasil, antes de retornar a su patria con la guitarra llena de caminos.

Este es un panorama recomendado 100 %, un imperdible, no sólo por la bella voz del trovador, sino por las historias que hay tras cada una de sus composiciones. No dejen de verlos.


Lizardo y Silvia: Presentaciones de junio en Santiago de Chile

Martes 7: La Barcaza

Jueves 9: Pub La Otra Casa

Viernes 10: La Casa en el Aire / Dirección: Antonia López de Bello #0125, Barrio Bellavista / Fono: 7356680 / Hora: 21:30

Domingo 12: La Casa en el Aire / Hora: 21:30

Viernes 17: El Sindicato / Dirección: Mipú 424 (entre Compañía y Catedral), Barrio Yungay, Metro Quinta Normal / Hora: 20:00

Sábado 18: El Sindicato / Hora: 20:00
La Casa en el Aire / Hora: 21:30

Domingo 19: La Casa en el Aire / Hora: 21:30

Jueves 23: Centro de Estudios Brasileños / Dirección: Embajada de Brasil, Avenida Libertador Bernardo O'Higgins 1650, Metro Los Héroes / Teléfono: 6720097 / Hora: 19:00
La Casa en el Aire / Hora: 21:30

Viernes 24: Bar Naitún / Dirección: Ricado Cumming 453, Barrio Brasil, Metro Cumming / Fono: 6718410 / Hora: 22:00