lunes, mayo 30, 2005

Periodismo, blogs y reporteros ciudadanos


Hace algunas semanas leyendo el blog de María Pastora supe de su participación en el periódico coreano digital “Oh My News” y de su posible viaje a ese país asiático, para formar parte de un foro de periodismo participativo los últimos días de junio, invitada por este medio digital.

“Oh My News” es un periódico online que convirtió a los lectores en reporteros, para así tener aquellas noticias que van más allá de los datos entregados por las agencias informativas. Gracias al éxito de la experiencia, hace algunos meses el periódico abrió su versión en inglés y aunque no tengo mucho tiempo yo también decidí participar.

Hasta el momento escribí dos artículos para ellos y aunque pensé que se trataba de una colaboración gratuita me pagaron en Won, la moneda coreana. Además de lo divertida que me pareció la oportunidad, me entrevistaron para el portal periodístico estadounidense Poynter, para conocer mi experiencia y saber por qué una periodista hecha y derecha se interesaba en participar en un proyecto de periodismo ciudadano. Yo respondí algo así como: “… decidí participar porque estoy atravesando un momento de gran entusiasmo en mi carrera, colaborando para diferentes iniciativas innovadoras. Además me pareció una buena oportunidad para mejorar mis habilidades en inglés, obligándome a escribir y pensar en otro idioma”.

Pero más allá de mi experiencia personal y del poco tiempo que tengo para ser una “citizen reporter” constante, el tema del cruce entre el periodismo, los blogs y la partición informativa ciudadana da para mucho y créanme que es una bola de nieve que recién comenzó a rodar. De hecho, el diario “El Mercurio” publicó el viernes 27 de mayo un artículo más noticioso que reflexivo sobre este tema que ya se empieza a colar en los medios tradicionales.

Uno de los aspectos más interesantes que preocupa incluso a los editores de “Oh My News y otras instancias similares, es la veracidad de la información que recogen estos periódicos y los datos contenidos en los blogs que logran congregar a muchos lectores: cómo saber qué es periodismo y qué no lo es, qué es verdad y qué no lo es, discusión que mantuve recientemente con el gran periodista y maestro Abraham Santibáñez, cuando conversamos sobre el cruce entre periodismo y literatura. El problema está en que hay gente que inventa uno o dos datos para potenciar el estilo, pero después no paran y eso es muy peligroso, me dijo Santibáñez. Yo, a modo de retroalimentación le mandé unos post de Orsai que son de antología. "El hombre que sueña con todo lo malo"; "Las llagas de Waiser" y "Lado B: canciones lentas".

Esto avanza tan rápido y tiene tantas aristas que creo que yo y muchas otras personas que trabajamos insertos en medios digitales aún no alcanzamos a dimensionar. De hecho, debo reconocer que estoy abrumada y fascinada al mismo tiempo con todo lo que está pasando a mi alrededor.

Supongo que de esto y mucho más hablaremos en el encuentro bloggero del 5 de junio.

Cultura blogger
Todo esto es definitivamente un fenómeno y lo que más me preocupa es que dudo que se pueda estudiar o definir, porque estamos en el centro del huracán, donde todo se mueve y todo avanza. La tecnología no para y nadie se puede bajar. Sin embargo, recientemente Roberto Arancibia, nuestro padre bloggero, siguiendo a Loïc Le Meur publicó publicó algunos lineamientos que de algún modo podrían “describirnos”. Todos me parecen muy acertados y los reproduzco aquí:

- Los bloggers tienen la voluntad y el deseo de compartir sus pensamientos y experiencias con otras personas.
- La creciente importancia de saber lo que otros piensan acerca de una idea o de una opinión concreta. En cuanto se construye una comunidad alrededor de un blog, su autor tiende a plantear más y más cosas a los miembros y lectores de ese grupo.

- Los bloggers se ayudan mucho unos a otros, siendo incluso capaces de lanzar proyectos colaborativos, que sería muy difícil, si no imposible, lanzar en forma unilateral.

- Conseguir información diaria de un gran número de fuentes se convierte en una necesidad cada vez más importante para la mayoría de los bloggers, que acaban leyendo decenas o incluso cientos de fuentes diariamente.

- Los bloggers quieren tener el control de la forma en que leen las noticias, no quieren que se las ofrezcan como si se tratara de la verdad absoluta, que es lo que hacen la mayoría de los medos tradicionales.

- Los bloggers tienden a ser "ciudadanos del mundo", leen fuentes internacionales y quieren conocer a personas de otras partes del mundo.

- Los bloggers se relacionan en la vida real. Una vez que construyen una comunidad virtual, organizan encuentros o conferencias para juntarse y conocerse.

- Existe un "código compartido": un vocabulario, un estilo propio de escritura y códigos de conducta (citar otras fuentes cuando las utilizas, enlazar esas fuentes, etc.).

- Los bloggers están tan habituados a proporcionar retroalimentación (en forma de comentarios) en otros blogs, que se sienten frustrados cuando miran, leen o escuchan a los medios tradicionales, y no pueden realizar esos comentarios.

- Es un hecho que los bloggers invierten mucho tiempo en sus blogs, quitándoselo normalmente a los medios tradicionales, a su tiempo libre y a sus horas de sueño. Esa irresistible voluntad de compartir con los demás es un vínculo en común muy fuerte.

- La cultura de la velocidad: la necesidad de postear o reaccionar de forma instantánea.

- La necesidad de reconocimiento. Los bloggers quieren expresarse y ser reconocidos por ello, lo cual ha provocado que muchos observadores externos hayan descrito a los bloggers como "grandes egocéntricos con mucho tiempo libre"


P.D. Lo que menos tengo es tiempo libre.

lunes, mayo 23, 2005

Intimista


Volví a tejer. Este fue un fin de semana de familia, de afectos, de emotividad. Creo que nuevamente estoy un poco cansada, con más ganas de que las cosas pasen, que de hacer cosas.

Vi en el programa “Frutos del País” a una pareja que vive hace algunos años en Algarrobo. Esa fue su opción una vez que los hijos estuvieron grandes y pudieron dedicarse a disfrutar. Ella hace trabajos de quilt y patchwork y él realiza encuadernaciones manuales. Y así me siento, con ganas de ver los árboles moverse con el viento, tengo deseos de sentarme tardes enteras a tejer, a sentir la lluvia contra los techos de los edificios cercanos.

La banda sonora de mi vida huele a jazz, a John Coltrane, a humo de chimenea, aunque no haya una en mi casa. Puede ser la lluvia, el frío o las sopaipillas pasadas con chancaca, no lo sé. Sólo sé que se siente rico y calientito cuando la lana pasa por mis dedos y lo único que importa es el próximo punto que voy a tejer.

miércoles, mayo 18, 2005

viernes, mayo 06, 2005

Pegada al Enchufe

Definitivamente estoy haciendo muchas cosas y muy diversas, pero se dice que en la variedad está el gusto.

Ya llevo cinco entregas para la revista “Santiago Entretenido” y no puedo negar que tener mi propia columna es algo muy motivante, aunque todavía siento que me falta mucho por aprender.


En el área de los museos he ido a varias inauguraciones de muestras, tres son exposiciones que recomiendo:

La selección de la VI Bienal de Sao Paulo, en la sede transitoria del Museo de Arte Contemporáneo (Metro Quinta Normal), un edificio bellísimo donde se pueden ver obras muy entretenidas, sobre todo en el área del video arte, las que derribaron muchos de mis prejuicios al respecto. Allí conversé con varias personas, incluido el director del MAC, Francisco Brugnoli, anécdota que relato en el último número de “Santiago Entretenido” (cómprela en su kiosco más cercano).

La segunda parada es la serie Moby Dick de Frank Stella, en el Museo Nacional de Bellas Artes. Crucé un par de palabras con el artista, un tipo tímido. Todo lo contrario resultó ser el curador Edward Shaw, un gringo grandote y muy simpático que fue compañero de Stella en la Universidad de Princeton. Shaw se enamoró de una chilena y se vino a vivir a nuestro país hace muchos años, de ahí su buen castellano, aunque él dice que debería ser mucho mejor. Sobre la obra puedo decir que es muy expresiva, pese a tratarse de composiciones abstractas. Se siente el movimiento de las olas y el olor del mar, mezclados con un toque de Pop Art innegable. No por nada Stella es considerado como uno de los más importantes artistas de la escena contemporánea.

Finalmente, ayer miércoles fui a la inauguración de la Retrospectiva de Auguste Rodin, también en el Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago. Creo que ésta es la muestra escultórica más relevante que se ha organizado en nuestro país en los últimos años, con decenas de piezas traídas directamente del museo parisino que lleva el nombre del creador. Son 62 esculturas, 30 dibujos y 28 fotografías, muy bien montadas, sobre todo en la Sala Matta, donde realizaron un trabajo curatorial que permite la continuidad de la mirada y produce una profundidad de campo que resulta estética en sí misma. Entre la gente habían muchos franco parlantes, mujeres y hombres bellos, muchas personas de todas partes y todos tipos, más el Presidente Lagos y su comitiva, todo lo que entregaba un ambiente de caótico glamour cultural criollo-francés.

También me encontré allí con muchas personas, la mayoría amigos, colegas y seguidores de mi madre. Ella se excusó de ir porque está guardando energía para este sábado, día en que celebrará en un local ñuñoino sus “regios” 50 años. Lo único que puedo decir al respecto es que la adoro.

Para cerrar esta edición otros tres datos. Fui a ver la obra "El Hallazgo – Mictlan" en la Sala de la Universidad Finis Terrae, montaje unipersonal que utiliza la técnica del teatro japonés Butoh para contar una “historia” sobre los ritos mexicanos al dios de la muerte. Con sólo 40 minutos de duración, la pieza resulta toda una experiencia sensitiva, que recomiendo para personas con gustos antropológicos muy refinados y específicos. De cine, dos películas buenas y divertidas. La primera, “La Vida Acuática de Steve Zissou”: tremendo elenco (Bill Murray, Owen Wilson, Cate Blanchett; Anjelica Huston, Willem Defoe, Jeff Goldblum, etc.). De culto. Simplemente genial, con el mismo romanticismo y rareza de las obras anteriores del director Wes Anderson ("Los Tanenbaums" y "Rushmore"). La banda sonora es fuera de serie. Por último, el maestro español Alex de la Iglesia ha vuelto con un "Crimen Ferpecto", que me gustó pero con algunos reparos. De este creador, me quedo con "La Comunidad" y "El Día de La Bestia".

No puedo finalizar este popurrí sin agradecer a Roberto por la producción del Festival Electrónico Nacional (FEN) donde lo pasamos espectacular. Pese a no ser mi música favorita, esa noche me convertí en una verdadera “Chica Eléctrica”. Y sigo pegada al enchufe.