Hace algunas semanas leyendo el blog de María Pastora supe de su participación en el periódico coreano digital “Oh My News” y de su posible viaje a ese país asiático, para formar parte de un foro de periodismo participativo los últimos días de junio, invitada por este medio digital.
“Oh My News” es un periódico online que convirtió a los lectores en reporteros, para así tener aquellas noticias que van más allá de los datos entregados por las agencias informativas. Gracias al éxito de la experiencia, hace algunos meses el periódico abrió su versión en inglés y aunque no tengo mucho tiempo yo también decidí participar.
Hasta el momento escribí dos artículos para ellos y aunque pensé que se trataba de una colaboración gratuita me pagaron en Won, la moneda coreana. Además de lo divertida que me pareció la oportunidad, me entrevistaron para el portal periodístico estadounidense Poynter, para conocer mi experiencia y saber por qué una periodista hecha y derecha se interesaba en participar en un proyecto de periodismo ciudadano. Yo respondí algo así como: “… decidí participar porque estoy atravesando un momento de gran entusiasmo en mi carrera, colaborando para diferentes iniciativas innovadoras. Además me pareció una buena oportunidad para mejorar mis habilidades en inglés, obligándome a escribir y pensar en otro idioma”.
Pero más allá de mi experiencia personal y del poco tiempo que tengo para ser una “citizen reporter” constante, el tema del cruce entre el periodismo, los blogs y la partición informativa ciudadana da para mucho y créanme que es una bola de nieve que recién comenzó a rodar. De hecho, el diario “El Mercurio” publicó el viernes 27 de mayo un artículo más noticioso que reflexivo sobre este tema que ya se empieza a colar en los medios tradicionales.
Uno de los aspectos más interesantes que preocupa incluso a los editores de “Oh My News y otras instancias similares, es la veracidad de la información que recogen estos periódicos y los datos contenidos en los blogs que logran congregar a muchos lectores: cómo saber qué es periodismo y qué no lo es, qué es verdad y qué no lo es, discusión que mantuve recientemente con el gran periodista y maestro Abraham Santibáñez, cuando conversamos sobre el cruce entre periodismo y literatura. El problema está en que hay gente que inventa uno o dos datos para potenciar el estilo, pero después no paran y eso es muy peligroso, me dijo Santibáñez. Yo, a modo de retroalimentación le mandé unos post de Orsai que son de antología. "El hombre que sueña con todo lo malo"; "Las llagas de Waiser" y "Lado B: canciones lentas".
Esto avanza tan rápido y tiene tantas aristas que creo que yo y muchas otras personas que trabajamos insertos en medios digitales aún no alcanzamos a dimensionar. De hecho, debo reconocer que estoy abrumada y fascinada al mismo tiempo con todo lo que está pasando a mi alrededor.
Supongo que de esto y mucho más hablaremos en el encuentro bloggero del 5 de junio.
Cultura blogger
Todo esto es definitivamente un fenómeno y lo que más me preocupa es que dudo que se pueda estudiar o definir, porque estamos en el centro del huracán, donde todo se mueve y todo avanza. La tecnología no para y nadie se puede bajar. Sin embargo, recientemente Roberto Arancibia, nuestro padre bloggero, siguiendo a Loïc Le Meur publicó publicó algunos lineamientos que de algún modo podrían “describirnos”. Todos me parecen muy acertados y los reproduzco aquí:
- Los bloggers tienen la voluntad y el deseo de compartir sus pensamientos y experiencias con otras personas.
- La creciente importancia de saber lo que otros piensan acerca de una idea o de una opinión concreta. En cuanto se construye una comunidad alrededor de un blog, su autor tiende a plantear más y más cosas a los miembros y lectores de ese grupo.
- Los bloggers se ayudan mucho unos a otros, siendo incluso capaces de lanzar proyectos colaborativos, que sería muy difícil, si no imposible, lanzar en forma unilateral.
- Conseguir información diaria de un gran número de fuentes se convierte en una necesidad cada vez más importante para la mayoría de los bloggers, que acaban leyendo decenas o incluso cientos de fuentes diariamente.
- Los bloggers quieren tener el control de la forma en que leen las noticias, no quieren que se las ofrezcan como si se tratara de la verdad absoluta, que es lo que hacen la mayoría de los medos tradicionales.
- Los bloggers tienden a ser "ciudadanos del mundo", leen fuentes internacionales y quieren conocer a personas de otras partes del mundo.
- Los bloggers se relacionan en la vida real. Una vez que construyen una comunidad virtual, organizan encuentros o conferencias para juntarse y conocerse.
- Existe un "código compartido": un vocabulario, un estilo propio de escritura y códigos de conducta (citar otras fuentes cuando las utilizas, enlazar esas fuentes, etc.).
- Los bloggers están tan habituados a proporcionar retroalimentación (en forma de comentarios) en otros blogs, que se sienten frustrados cuando miran, leen o escuchan a los medios tradicionales, y no pueden realizar esos comentarios.
- Es un hecho que los bloggers invierten mucho tiempo en sus blogs, quitándoselo normalmente a los medios tradicionales, a su tiempo libre y a sus horas de sueño. Esa irresistible voluntad de compartir con los demás es un vínculo en común muy fuerte.
- La cultura de la velocidad: la necesidad de postear o reaccionar de forma instantánea.
- La necesidad de reconocimiento. Los bloggers quieren expresarse y ser reconocidos por ello, lo cual ha provocado que muchos observadores externos hayan descrito a los bloggers como "grandes egocéntricos con mucho tiempo libre"
P.D. Lo que menos tengo es tiempo libre.